El BAP Unión y los Veleros Artesanales de Cabo Blanco y El Ñuro (Talara), declarados Patrimonio Cultural de la Nación, se dieron cita el último viernes 4 de junio, frente a la costa de estas caletas para rendir homenaje a los hombres de mar que perdieron la vida por la covid-19.
Esta emotiva ceremonia tuvo inicio en el muelle de Cabo Blanco a cargo del Ministro de la Producción, José Luis Chicoma. Asimismo, continuó con un toque de silencio y el lanzamiento de ofrendas florales al mar. Finalmente, el cierre se llevó a cabo en el muelle de El Ñuro a cargo de la Viceministra de Pesca y Acuicultura.
Se contó con la presencia del presidente del Gremio de Pescadores de Cabo Blanco, Carlos Chapilliquén; el presidente del Gremio de Pescadores de El Ñuro, Marcelino Gonzáles; el alcalde del distrito de El Alto, Jimmy Montalván; la directora ejecutiva de H2Océanos, Nina Pardo; la directora de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Piura, Carolina Vílchez; funcionarios del Ministerio de la Producción y del Ministerio de Cultura; pescadores y pobladores de la localidad.
Una cultura de generación en generación
La pesca y navegación a vela se remonta a la época prehispánica, con embarcaciones de palo balsa y velas confeccionadas con algodón; los antiguos piuranos y tumbesinos surcaron los mares llegando a tierras lejanas.
El conocimiento sobre los vientos, las corrientes marinas y la biodiversidad de Pacífico Tropical ha sido transmitido de generación en generación. La declaratoria como patrimonio cultural de la nación contribuye a preservar saberes ancestrales y a realizar prácticas sostenibles en armonía con la naturaleza.
El Mar Tropical se constituye en la zona más productiva, concentra el 72% de especies del mar peruano, abastece el 40% de producción pesquera y brinda el 50% de recursos de exportación y especies de consumo humano directo.
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