Los padres de Alfie Evans recibieron otra mala noticia. Un Tribunal de Apelaciones de Reino Unido rechazó el segundo pedido de la pareja para trasladar de Liverpool a Roma al bebé de 23 meses, que tiene una enfermedad aún incurable.
El Hospital Bambino Gesu en la capital italiana, relacionado con el Vaticano, se había ofrecido a atenderlo. Alfie está hospitalizado en el Alder Hey Children's Hospital de Liverpool, Reino Unido, desde diciembre de 2016. Sin embargo, ya el lunes le habían retirado el apoyo vital por autorización de un tribunal.
Los padres intentaron llevarlo a Roma debido a que el niño había seguido respirando a pesar de estar desconectado de su soporte vital. Aunque le fue suministrado oxígeno en un intento por mantenerlo estable.
"Está ahora con oxígeno. No está cambiando su respiración, pero está oxigenando su cuerpo… Está luchando por sobrevivir", dijo Evans la noche del lunes desde el exterior del sanatorio.
A mediados de febrero, el Tribunal Superior de Justicia británico autorizó al hospital Alder Hey Children a que se le retirara el respirador artificial al que había estado conectado Alfie.
En 2016 el menor fue diagnosticado con una enfermedad neurológica degenerativarara para la que no se conoce cura.
El hospital argumentó que mantener a Alfie conectado a un respirador no es del "mejor interés" para el niño, además de que cualquier tratamiento adicional no solo es "inútil" sino también "cruel e inhumano".
Pero sus padres creían que podía haber más tratamientos y desean que otros médicos lo evalúen. Algunas personas que apoyan a los padres realizaron una vigilia al exterior del hospital durante la noche del lunes. Horas antes, manifestantes intentaron irrumpir en el sanatorio, pero fueron dispersados por la policía.
El papa Francisco reiteró su apoyo a la familia el lunes a través de un mensaje de Twitter.
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