Claudia Sheinbaum emerge como la figura destacada en las elecciones de 2024 en México, al asegurar su posición como la próxima presidenta del país, marcando un hito histórico como la primera mujer en ocupar este cargo en dos siglos.
Con un contundente respaldo del electorado, obteniendo más del 50% de los votos según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), Sheinbaum, de 61 años, se perfila como la líder que encaminará al país hacia una nueva era.
Sheinbaum, al conocer los resultados, expresó con convicción: «No les voy a fallar», en un acto en un hotel de la capital, donde sus seguidores la aclamaban con cánticos de «¡Presidenta!». Esta victoria no solo es un logro personal, sino un símbolo de un movimiento colectivo, como ella misma lo subrayó al afirmar: «No llego sola. Llegamos todas».
Trayectoria de Sheinbaum
La trayectoria de Sheinbaum en la política mexicana ha sido ascendente y notoria. Nacida en la Ciudad de México en 1962, proviene de una familia de activistas ligados al movimiento estudiantil de 1968. Su formación académica en Física y su especialización en Ingeniería en Energía la han destacado como una figura de relevancia en el ámbito académico, especialmente por sus investigaciones sobre energías renovables y cambio climático.
Sheinbaum ya había dejado su huella como jefa de Gobierno de la Ciudad de México desde 2018 hasta 2023, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo. Su gestión se caracterizó por una visión progresista y comprometida con el bienestar social y ambiental.
Propuestas de Claudia Sheinbaum
Una de las propuestas principales de Sheinbaum se centra en la seguridad, con una estrategia fundamentada en cinco pilares para abordar la inseguridad ciudadana que afecta a una gran parte de la población mexicana. Además, aboga por una educación gratuita y científica, haciendo hincapié en la accesibilidad de todos los niveles educativos sin costo alguno.
En materia económica, su enfoque se orienta hacia políticas que promuevan la igualdad social y combatan la pobreza. La regulación del uso del agua y la transición hacia fuentes de energía renovables son también puntos clave en su agenda, reflejando su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.