El infarto cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. Este evento ocurre de forma súbita y puede tener consecuencias graves si no se atiende con rapidez. En una edición del programa Médico en Casa, la neuróloga Erika Juliana Seminario Lucana explicó las causas, síntomas y medidas preventivas relacionadas con esta afección.
Infarto cerebral: causas y factores de riesgo
Un infarto cerebral se produce cuando se reduce o bloquea el flujo sanguíneo en una zona del cerebro, lo que impide la llegada de oxígeno y nutrientes a las células cerebrales. Esto provoca la muerte del tejido cerebral afectado.
Según la doctora Seminario, entre los factores de riesgo más comunes se encuentran:
- Enfermedades crónicas: como la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad.
- Estilos de vida no saludables: consumo excesivo de grasas saturadas, tabaquismo, sedentarismo y mala alimentación.
- Factores genéticos: aunque estos no son modificables, pueden controlarse adoptando hábitos saludables.
También se destaca que el estrés crónico y el consumo de alcohol pueden contribuir significativamente al desarrollo de accidentes cerebrovasculares, especialmente los de tipo hemorrágico.
Cómo reconocer los síntomas de un infarto cerebral
Los síntomas del infarto cerebral suelen presentarse de forma súbita. Para su rápida identificación, la especialista recomendó recordar la palabra «FAST» (siglas en inglés), que ayuda a detectar señales de alerta:
- F (Face/rostro): asimetría facial, caída de la comisura labial.
- A (Arms/brazos): debilidad o caída repentina de un brazo o pierna.
- S (Speech/lenguaje): dificultad para hablar o articulación incoherente.
- T (Time/tiempo): actuar de inmediato y acudir a un centro de salud.
“Cualquier evento súbito con estos síntomas tiene entre un 70 y 80% de probabilidades de ser un evento vascular isquémico”, explicó la doctora Seminario.
El tratamiento debe iniciarse dentro de las 4.5 horas desde que aparecen los síntomas. En ese periodo, se puede aplicar una trombólisis, procedimiento que ayuda a disolver el coágulo que obstruye el paso de sangre.
Diagnóstico y tratamiento oportuno
Ante la sospecha de un ACV, es fundamental llevar al paciente a un hospital con capacidad de realizar estudios como tomografías cerebrales. Estos exámenes permitirán confirmar si el accidente es de tipo isquémico (bloqueo del flujo) o hemorrágico (ruptura de un vaso sanguíneo), ya que el tratamiento varía en cada caso.
También se debe evitar administrar líquidos o alimentos al paciente antes de su evaluación médica, debido al riesgo de atragantamiento o complicaciones como neumonía aspirativa.
¿El infarto cerebral puede repetirse?
Sí. Según la neuróloga, un 30% de los pacientes que han tenido un infarto cerebral pueden experimentar un nuevo episodio en el primer mes si no se identifica ni trata adecuadamente la causa. Además, los eventos repetitivos pueden dejar secuelas más graves o incluso ser letales.
“La clave está en controlar las enfermedades crónicas, mantener una alimentación saludable, realizar actividad física y evitar el consumo de tabaco y alcohol”, indicó la especialista.
Importancia de la rehabilitación y prevención
Después de un ACV, la recuperación puede requerir terapia física, ocupacional o de lenguaje, dependiendo de la gravedad del daño neurológico. El pronóstico mejora notablemente si el tratamiento se realiza de forma oportuna y el paciente sigue un proceso de rehabilitación adecuado.
La doctora Seminario también enfatizó la importancia de inculcar hábitos saludables desde la niñez para prevenir enfermedades crónicas en la edad adulta.
Posibles secuelas y gravedad del ACV
El daño provocado por un infarto cerebral puede variar según su extensión. En algunos casos, puede comprometer una gran parte del cerebro, provocando edema cerebral, lo cual requiere intervención neuroquirúrgica.
El accidente cerebrovascular puede cambiar por completo la vida del paciente, afectando su capacidad de movilizarse, comunicarse o realizar sus actividades diarias.