El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta a millones de personas en el mundo, incluyendo a niños y adultos. A pesar de que no tiene cura, puede ser controlada con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado. En entrevista para el programa «Médico en casa», el Dr. Davilmar Hugo Paredes Ibarra, médico neumólogo, explica qué es el asma, cuáles son sus síntomas, factores desencadenantes y qué medidas deben seguir los pacientes para mejorar su calidad de vida.
¿Qué es el asma y cuáles son sus principales síntomas?
El asma es una afección crónica caracterizada por la inflamación y estrechamiento de los bronquios, lo que ocasiona dificultad para respirar. Según el médico neumólogo Paredes Ibarra, los síntomas más comunes son:
- Falta de aire o sensación de ahogo
- Tos persistente (principalmente seca)
- Silbidos o ruidos en el pecho (sibilancias)
- Opresión torácica
Estos síntomas pueden agravarse por las noches o durante la madrugada, así como también tras realizar actividad física o al estar expuestos a alérgenos como polvo, humedad, moho, humo, polen o incluso ciertos alimentos.
Diagnóstico del asma: ¿Cómo se identifica esta enfermedad?
El diagnóstico del asma se basa, en primer lugar, en la historia clínica del paciente. En niños menores de 6 años, puede resultar complejo confirmar el diagnóstico debido a la dificultad para realizar pruebas como la espirometría, que es el examen estándar para medir la función pulmonar.
En pacientes mayores, la espirometría ayuda a evaluar la obstrucción bronquial y determinar la respuesta a broncodilatadores. Este procedimiento es fundamental para categorizar el nivel de gravedad del asma y establecer el tratamiento más adecuado.
En recién nacidos o niños pequeños, la observación de síntomas como tos nocturna, dificultad al lactar o silbidos al respirar podría ser indicio de asma, aunque siempre se debe considerar el contexto clínico.
Factores desencadenantes y tratamiento del asma
Entre los principales desencadenantes del asma están:
- Alérgenos ambientales (ácaros, polen, esporas de moho)
- Cambios climáticos o exposición al aire frío
- Ejercicio físico intenso
- Infecciones respiratorias virales
- Contaminación del aire y exposición a sustancias químicas
- Estrés o emociones fuertes
- Uso de ciertos medicamentos como aspirinas o ibuprofeno
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico
El tratamiento del asma incluye el uso de broncodilatadores de acción corta y larga, así como corticosteroides inhalados para reducir la inflamación bronquial. Estos medicamentos deben ser recetados por un especialista en neumología y su uso debe ser constante, incluso si el paciente se siente bien.
Es importante que el paciente asmático tenga un plan de acción que indique qué hacer en caso de crisis. Además, debe evitar los factores desencadenantes y mantener sus vacunas al día, como la vacuna contra la influenza, la neumonía y el COVID-19.
Asma en niños, embarazo y COVID-19
- Niños: Pueden tener asma desde edades tempranas. Si hay antecedentes familiares, es importante monitorear los síntomas y consultar con un especialista.
- Embarazo: Las mujeres embarazadas con asma deben continuar su tratamiento, ya que el uso de inhaladores no afecta al bebé. La espirometría está contraindicada en este periodo.
- COVID-19: El asma no necesariamente aumenta la gravedad del COVID-19, pero una infección por este virus puede activar una crisis asmática. El seguimiento médico es clave para evitar complicaciones.