La médica infectólogo Claudia Quezada, explicó que la dosis de refuerzo es necesaria, dado que la protección de las dos dosis iniciales baja con el tiempo. En ese sentido, afirmó que las vacunas contra otras enfermedades como el tétano y la influencia estacional necesitan de dosis adicionales para proteger completamente a las personas.
“La dosis de refuerzo mejora la protección inmunitaria que baja con el tiempo. Esto no significa que las dosis previas no sirvieron para nada. Por ello, se ha indicado que las personas con alteraciones en su sistema inmune y personal sanitario con alta exposición al virus sean priorizadas para la inoculación de una dosis adicional”, señaló.
A nivel mundial, Estados Unidos autorizó la tercera dosis de la vacuna para las personas mayores de 18 años. Otros países como Israel, China, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Cánada también permitieron la administración de dosis de refuerzo.
A nivel latinoamericano, Uruguay, Chile, República Dominicana y el Perú también comenzaron a inmunizar con dosis adicionales. En nuestro país este proceso comenzó con el personal sanitario y las personas mayores de 65 años.
En el programa Médico en Casa, Quezada resaltó la importancia de que las personas estén completamente vacunadas ya que, de esta forma, las personas no desarrollarán cuadros graves de COVID-19. Precisó que el 70% de los pacientes hospitalizados no estaban vacunados o solo habían recibido una dosis.
Desinformación sobre las vacunas
Por otro lado, la infectóloga se refirió a las noticias falsas que circulan en las redes sociales y que influyen en que las personas no acudan a vacunarse. Precisamente, enfatizó que las vacunas no alteran el código genético de las personas.
“La vacuna de ARN mensajero no altera la composición genética de las personas. Este tipo de vacunas, al estar expuesto al tejido muscular, libera la proteína S que no es parte de nuestros genes. Pero que genera el desarrollo de anticuerpos que después protegerán al organismo al estar expuesto al Sars-Cov-22”, aclaró.
También, agregó que muchas personas no acuden a completar el esquema de vacunación porque presentaron efectos secundarios tras la primera dosis. Al respecto, mencionó que tras la vacuna es normal sentir dolor en el brazo, tener fiebre o malestar en general y ocurre cada vez que las personas se vacunan contra cualquier enfermedad.
“Es común presentar efectos transitorios tras la administración de una vacuna. Los efectos secundarios son transitorios y, sobre todo, controlables. Una solo dosis tiene una tasa de protección del 30%, el paciente no está protegido. Recién con las dos dosis se llega a una adecuada respuesta inmunitaria del organismo. Por lo tanto, es necesario y obligatorio recibir ambas dosis”, dijo.
Mira la entrevista completa