En la ciudad de Piura, al frente de la iglesia San Sebastián, hay un pequeño puesto de picarones reconocido por locales y extranjeros. Aquí labora la señora Gabriela Sandoval Yovera hace 31 años.

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Junto al olor dulce de la miel y la luz de una carretilla, la señora Gabriela, a veces acompañada de alguno de sus tres hijos, atiende su puesto de picarones todos los días – excepto los jueves -desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche.

Con el apoyo de este negocio, Gabriela ha logrado mantener a sus hijos en la universidad y apoyarlos en sus carreras profesionales. Es por ello que, en el marco de la celebración del Día del Picarón, les contaremos su historia.

¿Cómo comenzó este negocio?

Yo empecé trabajando junto a mi suegra hace ya 31 años, ella fue la que me enseñó. Tiempo después me independicé y fui poco a poco mejorando la receta, agregándole nuevos productos y tratando de mejorar la calidad.

Un negocio para la familia.

En este negocio, toda la familia participa. Mis tres hijos conocen y saben cómo preparar los picarones. Ellos se han hecho profesionales apoyándose de este negocio familiar. Por ejemplo, mi hija mayor, que ya es profesora, cuando estaba haciendo su tesis me decía “mamá estoy haciendo mi tesis, apóyame” y yo trabajaba esos días, mientras ella los otros. Nos turnábamos.

El éxito de este negocio 

Se debe a un sacrificio constante de todos los días. Yo trató de siempre mejorar el producto, ponerle ingredientes de calidad. Uno debe esforzarse para que el producto sea cada día mejor, queremos que los clientes se vayan contentos con el producto que están comprando.

También es importante preparar la receta con cariño, con amor. Yo siempre les digo a mis hijos “cuando se trabaja con amor, sale mejor el producto”.

El apoyo de la gente 

La gente viene por montón. Exactamente no sé cuántas porciones se sacan al día, pero recibimos a clientes nacionales e internacionales, los turistas que nos compran son bastantes. Nosotros atendemos bien a todos, y ellos se van contentos y satisfechos.

Muchas veces nos contratan de afuera, tenemos clientes fijos, pero también nos llaman de algún catering, evento o de alguna empresa. Tenemos una página en Facebook, pero los clientes se comunican más en persona. Vienen aquí y nos contactan.

Shirley, hija de Gabriela, en un evento de la colonia chilena en el fundo Stewart

Dificultades

A mí me hubiese gustado formalizarnos. Cuando fue alcalde el señor Pepe Aguilar, la municipalidad prometió que esto iba a ser como un boulevar, iban a poner puestos de cementos donde supuestamente nosotros íbamos a trabajar, también íbamos a pagar una mensualidad y todo con coordinación de la municipalidad de Piura.

Lamentablemente, no se llevó a cabo ese proyecto. Nosotros quisiéramos tener un local pero tristemente por este sector, el alquiler es muy caro, nos cobran en dólares.

Planes para el futuro

Ojalá Dios quiera que este negocio continúe. Está difícil porque Sunny, mi hija mayor ya trabaja;  Shirley, la segunda tiene su carrera de administración y mi hijo varón también está trabajando, pero ellos saben que cuando necesiten alguna ayuda, pueden venir acá (negocio).

También esperamos que la municipalidad nos siga apoyando para poder seguir atendiendo a toda la buena gente. Este es un plato tradicional y no cualquier persona lo puede hacer, son años de experiencia trabajando. Y como le vuelvo a repetir, cada día, uno trata de mejorar el producto, esto es lo que planeamos seguir haciendo.

Gabriela Sandoval Yovena actualmente tiene 53 años y más de la mitad de ellos los ha invertido trabajando en el negocio de la venta de picarones, ella es un ejemplo de que la perseverancia y el amor al trabajo son los ingredientes finales para el éxito.

Dato

En Facebook, los pueden encontrar como Picarones Piura. Su número de contacto es: 969 016 535.

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