El expresidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, manifestó su indignación luego de que se le impidiera viajar a Estados Unidos el pasado 8 de junio, pese a no tener restricciones judiciales vigentes. En una entrevista con el programa Cuarto Poder, negó cualquier intención de fuga y defendió su derecho a salir del país por motivos médicos.
“No le temo a la muerte, pero quiero morir en dignidad, no acorralado como un perro en una esquina de un camino”, declaró con evidente malestar. El exmandatario, de 85 años, explicó que su viaje tenía como finalidad someterse a una evaluación médica y reencontrarse con su esposa, a quien no ve desde hace siete años.
“En 18 meses tendré 88 años. A los 88 años, ¿quién quiere andar viajando? Estoy muy decepcionado. Son siete años desde que empezó esta acusación y ahora hay una cosa más”, agregó, en referencia a la investigación fiscal por presunta financiación irregular de su campaña electoral de 2016.
PPK insistió en que no tiene bienes en el extranjero, salvo una pensión que recibe del seguro social estadounidense por los años que trabajó fuera del país. “Yo no me fugo. Tenía derecho a salir del país y obviamente a volver”, sostuvo.
Además, confirmó que recientemente se sometió a una cardioversión, procedimiento del cual el Ministerio Público ya solicitó su historia clínica. “La edad no perdona, y si uno tiene golpes psicológicos fuertes, en el caso del corazón puede afectarle, y me ha afectado”, explicó.
Kuczynski reiteró que su viaje no tenía fines políticos ni económicos, sino de salud, y criticó el trato recibido. “Yo no me fugo. No tengo ni un solo activo en el extranjero”, repitió ante la prensa.
El expresidente se encuentra actualmente bajo investigación, aunque no pesa sobre él una orden judicial de impedimento de salida del país, lo que ha generado cuestionamientos sobre la legalidad de la medida que frustró su salida del territorio nacional.