Durante la homilía por el 202° Aniversario de la Independencia, el arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., exigió consideración para la región Piura, y calificó de indignante y vergonzoso que el Gobierno central no haya aceptado transferir todos los recursos que solicitaron las autoridades para las obras de prevención y mitigación que Piura requiere ante el Fenómeno El Niño global.

“Es indignante y vergonzoso que el Gobierno central no haya aceptado, el pedido de nuestras autoridades, de 1,200 millones de soles, para las obras de prevención y mitigación que Piura requiere con urgencia, porque se trata de proteger a toda una Región y no a una porción de ella”, sostuvo monseñor Eguren Anselmi en la Santa Misa y Te Deum que se realizó este miércoles 26 de julio en la basílica Catedral de Piura.

Monseñor Eguren agregó que Piura merece mayor atención teniendo en cuenta que es la región con más población después de Lima, con más de dos millones de habitantes, además que se encuentra entre las cinco primeras regiones aportantes al Producto Bruto Interno Nacional (PBI), con una producción anual de más de 20,000 millones de soles.

“Desde aquí le decimos al Gobierno Nacional que Piura se merece respeto y consideración, y no olvido y postergación. Todos los piuranos sin excepción, debemos estar unidos, para exigir con firmeza, pero siempre con paz, respeto a los derechos humanos de todos los piuranos, especialmente de los más pobres y vulnerables, los cuales se violan gravemente, cuando se mezquinan los presupuestos necesarios para las obras de prevención y desarrollo”.

Del mismo modo, monseñor Antonio Eguren exhortó al Ejecutivo a priorizar obras como la descolmatación del río Piura, los trabajos en las cuencas ciegas, además de la atención a las enfermedades como el dengue.

Paz y reconciliación en el país

En la homilía, el arzobispo metropolitano, José Antonio Eguren Anselmi, puso énfasis en la necesidad de fomentar la paz y la reconciliación en el país. Además, llamó a reflexionar sobre la importancia de superar el sentimiento de odio, en especial, en contextos donde el terrorismo, el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando perpetúan la violencia y la pobreza.

Por ello, alentó a todos los peruanos a reconocerse como hermanos y trabajar juntos por el bien común. Monseñor destacó que el Perú es una sola cultura con diversidad de expresiones, forjada al calor del anuncio del evangelio. A pesar de las diferencias regionales resaltó la importancia de valorar la identidad nacional y evitar la fragmentación y la anarquía.

“La peruanidad fue considerada como una síntesis viviente forjada por el espíritu católico, una identidad en constante desarrollo y que debe ser afirmada y completada”, refirió.

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