Las autoridades de la provincia de Sullana señalaron que tras la convivencia social por la pandemia del coronavirus, los casos de mendicidad infantil han aumentado considerablemente por diferentes motivos.
Para la Defensoría Municipal del Niño y Adolescente (Demuna) de la municipalidad de Sullana, los niños y adolescentes que piden limosna en las principales avenidas, pasajes y paraderos de taxis colectivos y mototaxis, ha aumentado en las últimas semanas.
La abogada Deylú Espinoza Carrasco, subgerente de Responsabilidad Social y jefa de la Demuna, explicó que cuando se levantó la cuarentena por el COVID-19 en esta provincia, más niños y adolescentes mendigan en las calles de Sullana
Mendicidad infantil en Sullana
“Cuando se levantó la emergencia, los casos (de mendicidad infantil) han aumentado. Se están viendo muchos menores en las calles como la avenida José de Lama, óvalo de Santa Rosa y otras vías principales. Tenemos reportes que los casos han subido. Hay mucha mendicidad”, dijo Espinoza.
Explicó que no solamente se ven niños y adolescentes peruanos pidiendo limosnas en las esquinas; sino que hay muchos casos de padres venezolanos con sus hijos que hacen esto en las calles.
“Como Demuna venimos realizando trabajos y operativos preventivos. Con la finalidad de prevenir la explotación laboral infantil, ya que, por esta modalidad, malas personas captan a los menores para explotarlos laboralmente”, enfatizó.
Solo en Sullana, tienen reportados un aproximado de 25 niños y adolescentes que mendigan en las calles. Aunque esta cifra sube a un promedio de casi 100 menores, incluyendo el distrito de Bellavista, uno de los más grandes de la provincia.
Antes de la pandemia por el coronavirus, representantes de la Demuna, Salud y otras instituciones, realizaron operativos en concurridas avenidas, pasajes y calles.
En estos intervinieron a diversos niños y adolescentes que pedían dádivas o vendían productos. Aunque previamente, los menores son monitoreados dónde viven, estudian, qué tipo de vida llevan. Asimismo quiénes de su familia trabajan y en qué laboran sus padres o familiares.
Menores con normas de protección
El fiscal de Familia de Sullana, Jorge Gómez Calle, señaló que los menores cuentan con normas de protección en el Código del Niño y el Adolescente y una ley que los protege. Indicó que la mendicidad ha aumentado, debido a la llegada de parejas venezolanas.
“La mendicidad ha incrementado y se ha visto complicada por la llegada de los venezolanos. Además, el gobierno regional y las municipalidades locales, no realizan jornadas para que les brinden una protección especial a los menores”, dijo Gómez Calle.
Mencionó que cuando se trata de niños y adolescentes que están en total desprotección, cabe los efectos de orientar y sancionar a los padres de familia y rescatar, por parte de las autoridades, a estos menores del seno familiar.
Perder la patria potestad
El represente del Ministerio Público explicó que la desprotección y exposición de los menores en las calles, hace que los padres puedan llegar hasta perder la patria potestad de sus hijos, ya que el Código Civil así lo establece, y sean enviados a un albergue o dados en adopción a otras familias.
Aunque explicó que, en algunos casos, hay adolescentes que pueden trabajar con la autorización de los jueces y orientados y regulados a la vez, por las comunas de las ciudades.
“Hoy en día, las municipalidades son las llamadas en asumir el tema de riesgo y desprotección de los menores, según lo establece la Ley Orgánica de Municipalidades. Ellas deben velar ante el riesgo y la desprotección de los niños y adolescentes”, enfatizó Gómez Calle, quien pidió mayor compromiso de las autoridades ediles para reducir el índice de este problema.
Familias venezolanas
En la actualidad, se ve gran cantidad de parejas venezolanas apostadas en las esquinas de la avenida José de Lama con esquina de transversal Lima. También en la intersección de esa concurrida avenida y transversales Tarapacá, Dos de Mayo y el óvalo Turicarami de la urbanización Santa Rosa
“Cuando inició la pandemia, llegué con mi esposa Frangi Mendoza y mis tres hijos de 12 y 6 años. Y una pequeña de 8 meses. Todos tenemos que salir a pedir limosma a la calle para poder juntar 40 a 50 soles diarios para poder comer todos. A veces no podemos reunirlo y solo comen mis hijos. La situación es dura y más por el coronavirus”, dijo el venezolano Wenber Blanco, que recorre la avenida José de Lama de Sullana.