Sobre el peculiar hecho, el médico Miguel Ángel Arteaga contó a Yahoo Noticias que todo comenzó cuando se encontraba en una reunión en el hospital y comenzó a sentirse mal, con vértigo, náuseas, cefalea y presión alta.

Por ello, sus colegas lo llevaron al área de urgencias. Tras ello, aun convaleciente en la camilla, el médico observó que llegó un paciente con una herida grande en el brazo derecho.

El galeno precisó a ese portal que el marino (paciente) y sus compañeros trasladaban unos vidrios que al romperse le causó la herida grave, y que llegó al nosocomio con un torniquete para detener el sangrado, pues el corte le dañó una arteria y una vena.

Ante ese escenario, el médico decidió aportar su experiencia en traumatología y se paró de su camilla para ayudar a sus colegas. “Había dos misiones, salvarle la vida al marino y también salvar su brazo, por lo que le puse dos puntos especiales para que dejara de sangrar”, relató.