EXPERTO JAVIER JAVIER ALVA DA RECOMENDACIONES SOBRE ENFERMEDADES DEL LIMÓN SUTIL DURANTE ÉPOCAS MUY LLUVIOSAS
Javier Javier Alva, fitopatólogo, docente principal del departamento de Sanidad Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Piura, indicó que las intensas y frecuentes lluvias en el verano 2017 constituyen una seria amenaza para las plantaciones de limón sutil y otros cultivos.
En Piura se viene cultivando alrededor de 14,000 hectáreas de limonero sutil Citrus aurantifolia injertado sobre rugoso Citrus jambhiri, pero existe desconocimiento sobre el manejo de enfermedades destructivas y devastadoras con prevalencia en todas las zonas limoneras de Piura que adquiere mucha relevancia solo en años con veranos muy lluviosos como 1983, 1998 y 2017. Algunas de estas enfermedades son:
Alga roja de los cítricos, ocasionado por el Cephaleuros virescens, cuyas colonias verde amarillentas a café oscuras crecen superficialmente sobre hojas, frutos y ramas, causando reducción de la fotosíntesis en hojas. Durante épocas lluviosas se incrementa la incidencia, ocasionando defoliación, pudriciones de corteza y marchitamiento de ramas. Se recomienda disminuir la humedad mejorando el drenaje, podas de ramas secas y aplicaciones de productos cúpricos desde el inicio del periodo lluvioso.
Decaimiento y muerte de árboles
Enfermedad ocasionada por el pseudo hongo patógeno del suelo Phytophthora parasitica. Afecta principalmente el sistema radicular y el tronco causando gomosis.
se recomienda lo siguiente: usar suelo para vivero no infestado o tratado al vapor en camas, seleccionar sitios bien drenados para el plantado definitivo.
Antracnosis del limón sutil
Causada por el hongo patógeno aéreo del follaje Colletotrichum acutatum. Los síntomas incluyen lesiones irregulares ligeramente hundidas color naranja a marrón claro sobre la envoltura de los pétalos de botones y flores que quedan colgando en el árbol con los discos florales persistentes en la planta, distorsión de hojas jóvenes desde el borde o el ápice con la lámina angostada y, necrosis y caída de frutos recién cuajados.
Se recomienda: Primero buscar como evacuar el agua y evitar que moje permanentemente la base del tronco. Segundo, descarga total de fruta para evitar competencia del ácido giberélico endógeno que está en la fruta con el ácido giberélico exógeno que propicia nuevas floraciones. Tercero, poda severa y entresaque lateral y de la copa, eliminación continua de mamones para permitir buen ingreso de luz que se active las yemas en ramas y ramillas internas. Cuarto, fertilización al suelo con poco nitrógeno, más con fósforo y potasio. Quinto, programa de aplicaciones continuas de fungicidas químicos, con frecuencias de 3-4 días.