Marino Hilarión Vílchez Campoverde, más conocido como Lary, es un artista piurano que nació un 22 de octubre hace algunas décadas atrás en medio de la fe y la desgracia. Ese día, la procesión de San Hilarión recorría la calle Comercio de Catacaos mientras él llegaba al mundo; sin embargo, a solo dos horas de nacer, su madre Marina falleció.
Debido a estos dos importantes eventos en su vida, le pusieron el nombre Marino Hilarión. Sin embargo, su abuelita en una búsqueda de llamarlo amorosamente, lo nombró Lary. A partir de allí, familiares, amigos y el mundo entero que ha visto su arte, lo conoce así.
Amor por la música
El gran compositor, Segundo Campoverde Celi le enseñó a entender y amar la música. Desde pequeño compartió con él momentos de música criolla, boleros e incluso la música mexicana que gustaba tanto en aquellos años.
“Tendría 7 u 8 años, luego, mis tíos, me regalaron mi primera guitarra, de procedencia de la cárcel, pues en ese entonces no había fabricantes reconocidos como ahora”, reveló Lary.
Asimismo, el artista piurano recordó a personas importantes que conoció en su paso por el colegio Salesiano donde estudio primaria y secundaria. «Recuerdo al médico, ya fallecido, César Vílchez, Fabio Antón, Fernando Piedra, y pese a no ser del colegio al “turco” Rolando Rodrich, en la batería”, contó notablemente emocionado. Además, recordó que allí tuvo la oportunidad de ser el primero en utilizar los instrumentos recién llegados de España.
En adelante, su vida estuvo llena de encuentros musicales con los grandes de Piura. De esta manera, tuvo la dicha de tocar junto a Raúl Lozada, los hermanos Mendoza, Luis Marky e incluso los limeños Rodríguez.
Una pausa forzada
Lary logró ingresar a la Escuela de Música en 1972, pero lamentablemente, a veces la vida requiere un mayor ingreso, por lo que tuvo que pausar sus sueños. Fue así que en los 80, ingresó a un banco a trabajar.
No obstante, su mente y su corazón nunca dejaron de latir al ritmo del Do Re Mi, y para 1990 la música fue su principal objetivo. Desde allí, Lary se abrió pasó entre los grandes y se consagró como una de las mejores guitarras del norte peruano.
Música para la vida
En 2001, el Instituto de Arte y Cultura tuvo el placer de recibirlo como uno de sus pilares artísticos y hasta ahora continúa educando y sembrando la semilla de la perseverancia en el arte a todos sus pupilos.
Para Lary, los valores son la columna vertebral de la vida y así quiere ser recordado junto su infaltable música criolla.
Legado
Lary, quiere ser recordado como maestro, formador de nuevos valores para que nuestra música criolla no pase al olvido. “Tengo algunos amigos, a quienes la música peruana no les interesaba y cuando emigraron al extranjero, la empezaron a amar y ahora, no la dejan», enfatizó.
Esa es su manera de hacer una llamado de atención al Estado Peruano para que brinde apoyo y la importancia necesaria a la música nacional.
Actualmente, Lary está casado con el amor de su vida Ruth Nolte Valdiviezo y es padre de Ruth Mariana y Andrea Gelina. Ahora, sueña con enseñarle el amor por la música a sus nietos Mariano e Ethan.
50 años de carrera musical
Este 2022, Lary celebra 50 años al servicio de la música, una extensa y fructífera trayectoria que le permitieron deleitar al público con su marinera «Loa a Grau», el vals «Catacaos querido» y su exquisito tondero «Cola de León».
Por ese motivo, el 20 de octubre, el gran Lary presentará un concierto en los jueves culturales del centenario Club Grau. Además, el 22, ofrecerá un almuerzo bailable en el local «Las Palmeras» para que todos puedan acompañarlo y festejar con él desde la 1 p.m.
En la fecha también se presentarán Wendor Salgado, Carlos Castillo, Haydee Canales y Sonia Valderrama, Fernando Valderrama, entre otros grandes de la música.
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