Si tienes hermanos debes haber peleado al menos una vez con ellos. Y esto es algo muy normal, pues empiezan los celos por los juguetes, regalos o por mamá o papá. Partiendo de esto, un estudio realizado por la Universidad de Cambridge reveló que la rivalidad entre hermanos impulsa el desarrollo mental y emocional, incrementa la madurez y mejora las habilidades sociales.

De acuerdo con la psicóloga infantil Linda Blair, las peleas entre hermanos son “el entrenamiento perfecto, de aquí aprenden a obtener lo que quieren de forma diplomática y a la vez salirse con la suya, pero considerando la aprobación de las personas que más les importan en este mundo: sus padres”.

Es aquí cuando los padres fomentan los valores como la generosidad, empatía, tolerancia y honestidad, dando como resultado un entrenamiento de valores intensivo que será aplicado en el futuro con amigos, compañeros de colegio y trabajo.

Por su parte, la educadora infantil Signe Whitson aseguró que los hermanos que se pelean “dominan todo tipo de habilidades que pueden servirles a lo largo de su vida y, en el mejor de los casos, en sus relaciones personales”.

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