Luego de 394 días, Keiko Fujimori abandonó anoche el penal Anexo de Mujeres en Chorrillos para afrontar la investigación en su contra en libertad.

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Su liberación se dio en medio de la expectativa de su esposo, Mark Vito y sus hijas. Además de militantes fujimoristas, excongresistas y su abogada, Giulliana Loza, que llegaron desde tempranas horas al recinto para aguardar su salida con banderolas, cánticos y fuegos artificiales.

Al salir, Fujimori agradeció “por su amor” y “por su sacrificio” a Villanella, quien levantó ayer la huelga de hambre que cumplía desde el pasado 13 de noviembre en rechazo a la prisión de su esposa.

“Salgo del penal Anexo de Chorrillos con una misión adicional en mi vida: ayudar a miles de hombres y mujeres que están sufriendo y están en las cárceles sin sentencia. A ellos les transmito mi compromiso para hacer un cambio“, añadió.

Ante una pregunta, Keiko no descartó participar de la campaña política al 2020. “Ya lo evaluaremos”, señaló.

“Los invoco a dejar de lado los odios, las diferencias y a trabajar juntos siguiendo hacia adelante“, expresó.

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