Después de recorrer todo el vecindario tocando todos los timbres, la calabaza de los niños acaba desbordada de caramelos, chocolates y un sinfín de golosinas. Ellos, entusiasmados por todo el botín de azúcar, llegan a sus hogares dispuestos a comer todo lo que puedan, sin saber que le están abriendo la puerta de su organismo al verdadero monstruo de Halloween: el exceso de dulces.
La Noche de Brujas, celebración occidental que ha traspasado fronteras, transforma las calles de Piura en un entramado de famosas películas: superhéroes, princesas y personajes ficticios se apoderan de la identidad de los niños por unas horas. Sin embargo, esta colorida fiesta tiene su lado oscuro, según especialistas consultados.
El monstruo del azúcar
Drácula, fantasmas, zombies, brujas y ahora el azúcar son los personajes que les causarán más de un grito a los menores del hogar esta Noche de Brujas.
Según el especialista en nutrición de la Dirección Regional de Salud (Diresa Huancavelica), el consumo exagerado de golosinas, principalmente en niños, causa fuertes cólicos, vómitos en infecciones diarreicas.
En esta misma línea, Sonia Hernández, nutricionista de la Estrategia Sanitaria de Alimentación y Nutrición Saludables de la Diresa, informó a un medio local que, usualmente, en las fiestas de Halloween, los niños superan, al día, la media docena de caramelos, lo que sumado a la cantidad de harinas y gaseosas es inevitable que su organismo se vea afectado.
“Estos cuadros médicos se presentan debido a que las golosinas tienen alto contenido de azúcar, grasas, colorantes y preservantes; ingredientes que no son saludables y cuando se ingieren en exceso provocan daños a la salud”, explicó.
Medir el azúcar
“Si bien es cierto, el dulce ayuda a la energía diaria del niño por su contenido de glucosa; sin embargo, no es recomendable superar los 30 gramos de azúcar diarios, teniendo en cuenta que una golosina común tiene 15 gramos y 60 calorías”, indicó la especialista.
Siendo Halloween la oportunidad perfecta para comer golosinas sin decir alto, la nutricionista invocó a los padres de familia a supervisar el consumo de azúcar durante la celebración. Asimismo, sugirió beber agua o jugos naturales de frutas antes que las gaseosas.
Fernández, además, recomendó como una alternativa saludable, brindar a los niños una fruta en lugar de golosinas y así no exponer su salud.
Dulces en mal estado
“Es necesaria la supervisión porque los productos pueden carecer de registro sanitario o tener la fecha vencida; adicionalmente, deben vigilar que los niños se laven las manos con agua y jabón antes de ingerir los dulces u otros alimentos”, manifestó Fernández.