Hoteles vacíos, paquetes turísticos cancelados y tours al agua. Este es el escenario del turismo nacional pos marchas contra el gobierno transitorio de Dina Boluarte. Se trata de una situación distópica: los turistas optaron por decirle adiós a cotizados atractivos turísticos como Cusco, Puno, Paracas y Arequipa.
La imagen del Perú que venden las agencias de viaje — la de un Machu Picchu en calma —se vio eclipsada por los últimos videos de las vías bloqueadas y enfrentamientos, como también las noticias de los muertos por la represión militar.
Como resultado, los lugares turísticos han reducido su flujo turístico en porcentajes catastróficos y se estima que los estragos del debacle turístico se noten hasta el primer semestre del año.
Cusco y Machu Picchu
En Cusco, el ombligo del mundo, se anuló el 90% de las reservas hoteleras y paquetes turísticos hasta el primer semestre del año.
«Cusco, nuestro principal destino turístico, no es el mismo de la primera semana de diciembre. Las violentas manifestaciones han provocado la cancelación del 90% de los paquetes turísticos hasta el primer semestre del año«, informó Jhon Gonzales, miembro de la Cámara de Comercio e Industria de Cusco.
En ese sentido, Gonzales señaló que el turismo está estancando desde diciembre, al estallar el paro y la violencia. Asimismo, recalcó que Cusco pierde tres millones de soles al día por las afectaciones de la cadena turística.
Colateralmente, las visitas en la ciudadela de Machu Picchu — una maravilla del mundo bastante solicitada por turistas extranjeros — pasaron de las 4 100 a menos de 1 000. De igual forma, los servicios de trenes de Perú Retail suspendieron sus operaciones hasta el día de ayer, pero, ahora activo, no espera gran flujo turístico.
Frente al panorama crítico que atraviesa el turismo en Machu Picchu, el cual representa el 80% de turistas que ingresan al perú, Gonzales enfatizó que «si matan ese destino, matan al turismo en el país».