Un tema de interés para los padres con niños pequeños es el establecer un correcto– y saludable- hábito de sueño que fomente su desarrollo cognitivo y físico, especialmente en los primeros cinco años de vida.

Sin embargo, este ciclo de sueño puede verse perjudicado con la presencia de cuadros de insomnio que afecte el desarrollo integral de los menores.

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Un estudio alemán, publicado en la revista Medicina del sueño, concluye que el uso de aparatos tecnológicos antes de dormir impacta de manera negativa en el ciclo del sueño de los menores, además de su calidad. Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, comenta.

“Se ha demostrado que el uso de los aparatos electrónicos puede influir negativamente en la calidad de sueño de niños tan pequeños como de tres años de edad. La investigación comparó el uso de estos aparatos electrónicos en la noche con la lectura de libros por los padres en la calidad del sueño en niños pequeños”, afirma.

Ansiedad y somnolencia son algunos de los efectos de la falta de calidad de sueño. Estos efectos pueden verse reflejados en los resultados en la escuela, además de sus actividades diarias.

“Los resultados confirmaron que, previos estudios, el alto uso de aparatos electrónicos como teléfonos celulares, tabletas, computadoras, reproductores de DVD en la noche con los cuadros de insomnio”, explica Huerta.

Huerta expone que el acurrucar con cuentos a nuestros hijos es un hábito más que saludable.

“La recomendación que hacen los investigadores es limitar a media hora el consumo de televisión por los niños mayores de dos años y evitar el uso de aparatos electrónicos antes de ir a la cama. Un problema, y lo recalcan los autores, es que los padres exponen muy temprano a sus bebes a la televisión, usándola como niñera, estos se acostumbran al aparato y muchas veces no pueden dormir sin el televisor, un problema que se ve hasta la adultez”, comenta.

Además de la mejora en la relación padre- hijo, el desarrollo físico y psicológico, vinculado al sueño, también se ve beneficiado.

“Lo interesante de este estudio es que demuestra que si en vez de ver televisión, usar la tableta o el teléfono celular, los padres le leen al niño un libro, los trastornos de sueño no se presentan. Esto confirma que una antigua costumbre, como la lectura nocturna, no solo es una protectora contra los trastornos del sueño, como lo demuestra el estudio, sino que aviva la imaginación y mejora el vocabulario de los niños”, concluye.

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