Perú21 publicó un extenso informe sobre los menores que son reportados como desaparecidos, pero sin embargo son hallados luego y confiesan haber fugado.
El medio citó ejemplos de una joven de 13 años la cual desapareció el último 4 de julio cuando regresaba del colegio en San Juan de Miraflores. Su madre, muy preocupada, se contactó con familiares y amigos de la adolescente, pero no hallaba rastro de ella.
En 24 horas decidió poner la denuncia de desaparición con la Policía. Fue entonces cuando los efectivos emprendieron la búsqueda de la menor por calles cercanas a su radio de permanencia, hospitales, hasta la morgue, pero no estaba.
Después de 23 días atando cabos y siguiendo pistas, hallaron a la desaparecida. Ella estaba escondida en la casa de su enamorado de 19 años. Según dijo a la Policía, se escapó de su casa por problemas familiares.
Sin embargo, este no es el único ejemplo para citar. Milady, una menor de 17 años había desaparecido y enviado mensajes por Facebook en los que decía que estaba cautiva y necesitaba ayuda.
Milady fue ubicada este lunes, 29 días después. Ella aseguró a las autoridades haberse fugado de casa porque su madre no la dejaba salir.
Estos escuetos ejemplos son la historia similar de más de 935 casos de desaparición de menores que se han denunciado en lo que va del año.
Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en lo que va del 2017 han desaparecido 1,793 personas; de estas, el 52.15% es menor de edad.
Lo más preocupante es que la cifra va en aumento, pues en el 2014 se reportaron 330 menores de edad desaparecidos, el 2015 registró 338 y el año pasado la cifra se elevó considerablemente a 1,137 desaparecidos.
De todos los casos denunciados se resuelve solo el 14.61%. El coronel Fredy Castillo Luque, director de la División de Investigación de Delitos de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Policía Nacional (Divintrap), manifestó que esa cifra no corresponde a la realidad porque muchas veces las personas denuncian, pero cuando aparece su familiar, no lo informan a la PNP.
Castillo refirió que en el 90% de los casos se logra encontrar al desaparecido o este regresa a su hogar, y solo un 10% de los casos queda sin resolver.
“La desaparición de un menor es un tema muy sensible. En estos casos, más que en los adultos, la familia sufre mucho y teme lo peor, por ello la Policía hace un trabajo minucioso, respetando la intimidad del menor”, declaró.
FUGAN POR VIOLENCIA
Castillo advirtió, sin embargo, que, tal como la menor de 13 años y Milady, en el 80% de los casos de menores desaparecidos, estos huyeron de casa por violencia familiar, problemas entre sus progenitores, falta de comprensión a sus problemas o rebeldía.
Estos datos explican por qué el 43.9% de los menores que son reportados como desaparecidos tiene entre 15 y 17 años.
“Es como un llamado de atención a sus padres por un exceso de violencia al momento de disciplinarlos o una reacción ante los problemas de la familia que no son bien manejados”, explicó el coronel.
Por su parte, Rosa Vallejos, especialista de la ONG Save The Children, señaló que, según los datos arrojados por la Encuesta Nacional Sobre Relaciones Sociales 2015, más del 70% de padres de familia reconoce que usó violencia para corregir a sus hijos.
“Por eso estamos incidiendo en la necesidad de impulsar talleres para la crianza positiva, sin castigos y sin violencia. Debe haber un mejor acercamiento del padre al hijo”, anotó.
A pesar de las cifras que comprueban que la mayoría de las veces los menores deciden huir de casa para buscar refugio en otros lugares; hay un 20% de desapariciones que están relacionadas a secuestros, trata de personas o explotación sexual.
En referencia a estos datos, el brigadier Wilfredo Coillo, especialista en investigación de personas desaparecidas, refirió que muchas veces terceras personas aprovechan el estado de vulnerabilidad de los menores para inducirlos a que salgan de su hogar y explotarlos sexual o laboralmente.
“También hemos observado casos de grooming, donde los tratantes se presentan con un falso perfil por redes sociales y ganan la confianza de los menores con la finalidad de captarlos para la explotación. Por eso hay muchos casos de menores que desaparecen el fin de semana o dos o tres días y luego regresan a su casa, pero no saben el peligro al que se están exponiendo”, resaltó.
VÍNCULO CON LA TRATA
Luis Enrique Aguilar, subdirector de CHS Alternativo, señaló que la desaparición esporádica de menores de edad puede ser muy riesgosa, pues puede tratarse de un adolescente que, por temporadas, entra y sale de situaciones de explotación, pero sus familiares piensan que se trata de una simple fuga.
“Hemos visto casos así, donde menores se escaparon de sus casas o fueron engañados y terminaron cayendo en una red de explotación de la cual no pueden salir porque son amenazados a veces con vídeos o fotos que ellos mismos entregaron”, comentó.
Aguilar dijo que, debido a la estrecha relación que existe entre las estadísticas de personas desaparecidas y las de trata de personas, recientemente la División de Personas Desaparecidas de la Policía ha pasado a formar parte de la Dirección de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes.
Aunque dijo que el cambio permitirá mejorar la investigación de los casos de desaparecidos, sostuvo que ahora falta fortalecer también la legislación en este tema porque actualmente solo se hace el registro de las víctimas.