El doctor Manuel Díaz, profesor de la Facultad de Medicina Humana de la UDEP, precisó que la automedicación, así como el uso de antiinflamatorios no esteroides (AINE), ya que pueden empeorar los síntomas del dengue.

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“Se recomienda enfáticamente evitar la automedicación y el uso de antiinflamatorios no esteroides (AINE), ya que pueden empeorar los síntomas del dengue. Ante signos de alarma se aconseja acudir a un establecimiento de salud para monitorizar al paciente y determinar la necesidad de hospitalización o referencia a un centro de atención de alta complejidad”, subraya Díaz.

Del mismo modo, detalló que, en el caso del dengue, la fiebre es el síntoma predominante; y, llega, acompañado por dolores de cabeza, muscular, de huesos, así como malestar general, náuseas y vómitos. Indicó también que los pacientes, también, pueden experimentar un característico dolor detrás de los ojos y presentar erupciones en la piel.

“Es de vital importancia que cualquier persona que presente estos síntomas, especialmente si ha estado en una zona donde el dengue es endémico, busque atención médica de inmediato en el centro de salud más cercano. Esto permitirá una detección temprana del dengue y facilitará el control de la enfermedad”, aseguró el médico.

Tipos y fases de la enfermedad

El médico y profesor universitario explica que es fundamental distinguir los tres tipos de dengue: el que no tiene signos de alarma, el que sí los tiene; y, el dengue grave, que requiere hospitalización. Para determinar el tipo de dengue, el diagnóstico debe basarse en la evaluación clínica, especialmente si proviene de una zona endémica.

Agregó que el dengue sin signos de alarma se caracteriza principalmente por fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, dolores articulares, musculares. Por otro lado, el dengue con signos de alarma se manifiesta con sangrado de las mucosas, dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, aunque el paciente se encuentra hemodinámicamente estable. En cambio, el grave puede implicar un sangrado severo, descompensación hemodinámica con afectación del sistema nervioso central, respiratorio, renal, hepático.

El médico destacó que el dengue consta de tres fases distintas: la febril, la crítica y la de recuperación. Aquellos que presentan complicaciones durante la fase crítica deben ser monitoreados de cerca para prevenir complicaciones adicionales. La duración de la recuperación puede variar significativamente, dependiendo de la edad, serotipo de dengue, comorbilidades y si ha tenido dengue previo, necesitando semanas para recuperarse por completo.

“Es común experimentar un síndrome de fatiga posdengue que puede durar de tres a cinco semanas. Durante este tiempo es importante que el paciente se mantenga bien hidratado y mejore su estado nutricional”, refirió.

Monitoreo de pacientes

El docente refiere que, actualmente se busca reforzar el sistema de vigilancia epidemiológica para una detección y respuesta más ágiles ante los brotes de dengue que hay en el país. “El Minsa recopila datos de casos a través de establecimientos de salud que luego se ingresan al notiweb, una base de datos nacional para análisis de la enfermedad. Esta información es crucial pues permite monitorear la evolución epidemiológica del dengue semana a semana, así como las medidas de control del vector”.

Además, indica que es fundamental establecer una coordinación efectiva a nivel local, regional y nacional para garantizar un acceso oportuno a la atención médica para pacientes con síntomas clínicos de dengue. Agregó que se deben proporcionar los medicamentos sintomáticos necesarios y contar con unidades clínicas, especialmente para los pacientes que requieren hospitalización.

Fuente: UDEP

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