El Ministerio de Salud publicó la última sala situacional en la que se reportan 33 500 casos de dengue y 28 muertes a causa de la enfermedad, hasta la semana 32, en la región Piura.
Las cifras presentadas, que abarcan hasta el 10 de agosto, representarían el fin de la emergencia provocada por el dengue. En palabras del especialista en salud pública, Julio Barrena, «la epidemia ha terminado».
Según el médico, las últimas semanas han mostrado una tendencia a la baja, con un promedio de 80 a 130 nuevos casos semanales de dengue en la provincia. Esto representa una clara disminución en comparación con las cifras más alarmantes del período de emergencia. Cabe mencionar que la tendencia es consistente en las tres subregiones de salud, aunque la subregión Luciano Castillo fue la más difícil de controlar. No obstante, incluso allí, los casos siguen reduciéndose.
Riesgo latente
A pesar de esta alentadora mejora, Barrena advirtió sobre un riesgo latente. Lo que más llama la atención de la situación actual es el índice aédico, el cual se refiere a la cantidad de viviendas que presentan la presencia del vector que transmite el dengue. Entre febrero y agosto, este índice acumuló un preocupante 6.5%, mientras que lo ideal sería mantenerlo por debajo del 2%. Este indicador subraya el peligro de que, si no se toman medidas adecuadas, ocurriría un nuevo brote epidémico.
El especialista hizo un llamado a realizar una fuerte campaña constante de control y prevención. Según el médico, la vigilancia de los pacientes y las acciones de control deben mantenerse activas y continuas para evitar que el dengue resurja con fuerza.
«Si no se dispone de los recursos necesarios para mantener las acciones preventivas, el riesgo de un fuerte brote sigue latente«, declaró a Walac Noticias.
Plan de acción urgente
En este período de relativa calma, el Minsa debe establecer un plan claro para consolidar la baja en las cifras de casos de dengue. A pesar de la disminución, Barrena subrayó que no ha habido suficiente socialización sobre las estrategias futuras para enfrentar el dengue. La necesidad de un plan integral que contemple medidas preventivas y educativas es clave para que la situación siga así.