Cada 6 de julio se celebra en el Perú el Día del Maestro, una fecha que rinde homenaje a quienes dedican su vida a formar y guiar a nuevas generaciones. Además de los docentes en la vida real, la televisión y el cine han creado figuras entrañables que han quedado grabadas en la memoria colectiva como símbolos de enseñanza, disciplina o ternura.
Profesores entrañables de la televisión latinoamericana
Uno de los personajes más recordados es el profesor Jirafales, de la serie El Chavo del 8. Este personaje se ganó el cariño del público por su forma educada de expresarse, su paciencia y su presencia constante en la vecindad. Su imagen es considerada un ícono dentro de la cultura televisiva latinoamericana.
En la misma línea, destaca la maestra Jimena, de la telenovela mexicana Carrusel de niños. Su actitud comprensiva, su empatía con los alumnos y su lucha por la equidad en el aula la convirtieron en una de las figuras más queridas por el público infantil de los años noventa.
Figuras docentes del cine y la animación
En el cine, una de las figuras más representativas es la maestra Miel, personaje de la película Matilda. Su ternura, paciencia y valentía contrastan con la figura autoritaria de la directora del colegio, Tronchatoro. La maestra Miel representa la esencia de la vocación docente: proteger, acompañar y fomentar el desarrollo del estudiante.
También en Matilda, se encuentra la mencionada señorita Tronchatoro, recordada por su dureza y disciplina extrema. Aunque temida, se convirtió en un personaje emblemático del cine infantil.
En la serie animada Los Simpson, la señorita Edna Krabappel retrata a una maestra de escuela primaria desencantada con el sistema, pero realista y con momentos de compromiso con sus estudiantes. Su personaje refleja el lado humano y las frustraciones que enfrentan muchos docentes.
Por otro lado, la literatura adaptada a la pantalla también nos trajo a la señorita Rottenmeier, de la historia de Heidi. Su perfil estricto y apegado a las normas representa una visión tradicional de la educación, pero también sirve como contraste al espíritu libre y noble de la protagonista.