Cada tercer sábado de junio se celebra el Día del Chicharrón de Cerdo Peruano, una forma de apreciar nuestra gastronomía y variedad culinaria.

Dicha tradición tiene su origen el siglo XVI, cuando se trajo de Castilla la carne de cerdo para luego ser pesada en la carnicería de la recién fundada Ciudad de los Reyes, según relatan las crónicas de Bernabé Cobo.

En aquella época, los chicharrones se hacían para extraer la manteca. Se cortaba la grasa de cerdo en pequeños pedazos, luego se ponían en un perol con sal, agua y se le agregaba un poco de carne. Sin embargo, el chicharrón era la parte de la grasa frita que había destilado toda su manteca, la que se colaba y se guardaba en latas especiales.

De acuerdo a Ricardo Palma, nuestro recordado escritor, en la época Colonial, la plaza Mayor era el mercado público y hasta la Catedral llegaban las chicharroneras para vender el suculento potaje en las gradas del recinto.

Finalmente, con las fusiones culinarias de los ancestros andinos, el chicharrón se ha modificado en varias regiones.

Ingredientes:
  • 1 kg de panceta de cerdo
  • 250 g de manteca de cerdo
  • Una cdta. pimienta molida, orégano molido, comino y sal
  • 1 tz. de agua

Preparación:

1. Aderezar la panceta con la sal, comino, orégano y pimienta molida.

2. Coloca en una olla 1 taza de agua hirviendo e introducir la panceta.

3. Una vez evaporada el agua, agregar la manteca o 1/2 tz. de aceite vegetal y dorar. Guarnición a tu elección: pan, camotes, sarsa criolla, mote u otro de tu preferencia.

Para preparar uno rico chicharrones se recomienda seleccionar el corte panceta de cerdo por sus características y buen sabor. Recuerda que al consumirla estarás ingiriendo una gran fuente de minerales como zinc, potasio, sodio, magnesio o fósforo.

Conocer más de uno de nuestros símbolos gastronómicos nos acerca a nuestras raíces y a disfrutar de un potaje que en cualquier parte de nuestro país, nos identifica como una nación diversa que ofrece a propios y extranjeros, tradición y sabor.