El torneo de futbol mexicano, que recientemente fue bautizado oficialmente como Grita por la Paz Clausura 2022, vivió uno de los sucesos más lamentables en la historia reciente. Durante el segundo tiempo del duelo correspondiente a la jornada 9 entre Querétaro y Atlas, una pelea originada en una de las cabeceras del recinto deportivo ocasionó que cientos de aficionados ingresaran al terreno de juego para escapar del conflicto, aunque también hubo enfrentamientos sobre la grama.

Al minuto 61 del encuentro, cuando el Atlas contaba con la ventaja mínima en el marcador, las cámaras de televisión captaron la agitada movilización que se presentó en la cabecera del arco defendido por Washington Aguerre. Aparentemente, un choque entre integrantes de los grupos de animación de ambos equipos no pudo ser contenido por la policía presente en las gradas del recinto.

Las acciones en el terreno de juego continuaron con su curso habitual, aunque un minuto después el silbante Fernando Guerrero comenzó a silbar desesperadamente. Y es que un sector de la afición comenzó a ingresar al campo, con autorización del Comisario, para resguardarse de la bronca que continuaba creciendo en la tribuna del Estadio Corregidora. En apenas algunos segundos, cientos de personas acompañaron a los 22 jugadores.

Los equipos se congregaron alrededor de sus respectivas bancas pero no pudieron abandonar el terreno de juego hacia los vestidores. Algunos aficionados y familias completas pudieron hacerlo por los túneles inferiores que habilitaron los encargados de la seguridad. Aunque la presencia de las personas en el rectángulo tranquilizó la situación durante algunos instantes, el conflicto se trasladó hacia el rectángulo verde.

Las persecuciones entre miembros de los grupos de animación continuaron en cada uno de los rincones. De hecho, minutos después de la suspensión del encuentro, los implicados en la pelea comenzaron a tener enfrentamientos en el césped. En medio de la desesperación, algunos aficionados, incluso menores de edad, tuvieron que despojarse de la playera de su equipo para evitar agresiones en su contra.

En las redes sociales comenzaron a difundirse videos de aficionados que grabaron diversas partes de la pelea. Uno de los materiales, que corresponde al supuesto origen del conflicto, evidenció a una decena de barristas de ambos equipos que se encararon en una de las esquinas de las gradas. Aunque algunos aficionados intentaron apaciguar el ánimo, fueron superados por quienes comenzaron a intercambiar golpes y lanzarse objetos.

Las condiciones que se vivieron en todos los rincones del recinto imposibilitaron la reanudación del encuentro. El Comisario del encuentro confirmó a los cronistas de Fox Sports que el partido no contaba con las condiciones para seguir adelante, aunque anunció que la Comisión Disciplinaria se encargaría de las investigaciones correspondientes para la imposición de sanciones.

Cuando la situación pudo ser controlada, las autoridades organizadoras del encuentro constataron que el dispositivo habilitado para el video arbitraje (VAR) fue destruido por los barristas. Ante el lamentable episodio, Mikel Arriola Peñalosa, presidente ejecutivo de la Liga MX, no demoró en pronunciarse por medio de sus redes sociales para condenar el hecho.

“Inadmisible y lamentable la violencia en el estadio la Corregidora de Querétaro. Se castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio. La seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad. Seguiremos informando”, publicó en su perfil, @MikelArriolaP.

Aunque no ha existido un comunicado oficial por parte de la Fiscalía General del Estado, en redes sociales han circulado videos de agresiones grupales a personas que permanecían inmóviles por los golpes. De igual forma, fuentes extraoficiales han asegurado la existencia de aficionados heridos de gravedad.