Los controles durante el embarazo son fundamentales para detectar a tiempo posibles complicaciones y garantizar el bienestar de la madre y el bebé. A través de exámenes clínicos, ecografías y orientación médica especializada, las gestantes pueden llevar una gestación segura y planificada.
Importancia del control prenatal desde el primer trimestre
El doctor José Derby Mejía Fernández, ginecólogo, obstetra y especialista en medicina fetal, explicó que el enfoque moderno del control prenatal se basa en una pirámide invertida, donde el primer trimestre del embarazo es considerado el más relevante para detectar factores de riesgo tanto en la madre como en el feto.
Entre las evaluaciones clave se encuentra la ecografía genética, que se realiza entre las 11 y 14 semanas de gestación. Esta permite:
- Estimar con precisión la edad gestacional y la fecha probable de parto.
- Evaluar marcadores ecográficos asociados al riesgo de enfermedades cromosómicas como el síndrome de Down.
- Detectar malformaciones anatómicas severas desde etapas tempranas.
- Predecir riesgos de preeclampsia, una complicación frecuente en la región y una de las principales causas de mortalidad materna.
A partir de la semana 20, se lleva a cabo la ecografía morfológica (segundo trimestre), donde se:
- Reevalúa el riesgo de anomalías cromosómicas.
- Examina con mayor detalle la anatomía fetal.
- Determina el riesgo de parto prematuro mediante la medición del cuello uterino.
En el tercer trimestre (desde la semana 28), se realiza una nueva ecografía para:
- Supervisar el crecimiento fetal.
- Detectar posibles malformaciones cardíacas que no se observaron en controles anteriores.
- Decidir si el parto debe realizarse en un centro de baja o alta complejidad.
Estas tres ecografías (genética, morfológica y de crecimiento fetal) forman parte del protocolo mínimo recomendado para toda gestante.
Alimentación, ejercicio y vacunas durante el embarazo
Además de las ecografías, el control prenatal incluye evaluaciones clínicas, análisis de laboratorio y consejería nutricional. Según el Dr. Mejía, es esencial que las gestantes adopten una alimentación saludable y rica en hierro para prevenir la anemia. En la región Piura, se recomienda consumir:
- Pescados negros cocidos o fritos.
- Carnes rojas, hígado y menestras.
- Frutas con alto contenido de vitamina C, como maracuyá, fresa, naranja y aguaymanto.
Asimismo, las pacientes deben tomar suplementos de hierro y ácido fólico, especialmente si no los recibieron al inicio de la gestación. Se recomienda realizar un perfil prenatal desde el primer trimestre para descartar infecciones urinarias, enfermedades infecciosas (como VIH y sífilis), y evaluar los niveles de glucosa para detectar posibles casos de diabetes gestacional.
El ejercicio también cumple un rol clave. Se sugiere que las gestantes realicen actividad física aeróbica ligera (como caminatas o baile) durante 20 a 30 minutos al día. Está comprobado que esto reduce el riesgo de preeclampsia y diabetes gestacional.
El esquema de vacunación también debe cumplirse. A partir de la semana 20, se recomienda la aplicación de la vacuna contra el tétano, difteria y tos ferina, entre otras que sean indicadas por el especialista.
Signos de alarma durante el embarazo
Las gestantes deben acudir de inmediato a un centro de salud si presentan alguno de estos síntomas:
- Fiebre.
- Sangrado vaginal.
- Pérdida de líquido amniótico.
- Dolor de cabeza intenso a partir de la semana 20.
- Disminución de los movimientos fetales.
También es importante no descuidar el control odontológico, ya que infecciones periodontales podrían estar relacionadas con partos prematuros.