La médico oftalmóloga Diana Salas explicó, en el programa Médico en Casa, que el síndrome de ojo seco no tiene cura y que el paciente debe aprender a convivir con esta afección visual.
Salas detalló que el tratamiento que se le da a las personas se centra en reducir las molestias y los síntomas del ojo seco. Asimismo, en evitar las lesiones que puede producir esta afección en la vista como pequeñas lesiones que pueden derivar en úlceras.
“El origen del ojo seco es el resultado de la disminución del volumen de lágrimas y la calidad de esta. Es importante explicarle al paciente que esta afección no se cura. O sea, va a ser una patología que va a ir con nosotros a lo largo de la vida. Un tratamiento inadecuado puede conllevar a problemas severos”, precisó.
La especialista especificó que tres de los principales síntomas son la sensación de arenilla, ojo rojo y picazón. Asimismo, señaló que las personas más propensas a sufrir ojo seco son aquellas con enfermedades autoinmunes, mujeres y personas mayores.
Salas también destacó que debido a la pandemia las personas pasan alrededor de 8 horas frente a una computadora o dispositivo móvil. Producto de ello, el parpadeo que debería ser de 15 veces por minuto, baja a 5, lo que impide una inadecuada lubricación del ojo.
“Ahora es común ver a niños con el síndrome del ojo seco. Por motivos de la educación virtual no se le puede restringir mucho el uso de aparatos tecnológicos, pero es importante que los padres controlen su uso. Para evitar hay que educar al papá y a la mamá sobre esta afección y recomendarles que los menores hagan actividades al aire libre”, recalcó.
La oftalmóloga recomendó a los pacientes tomar “descansos visuales” cada vez que estemos frente a al monitor de una computadora. Este trabajo consiste en que, por cada 20 minutos de laburo, las personas se tomen 20 segundos de visión lejana aproximadamente a unos seis metros y parpadear varias veces.