El Poder Judicial dictó 12 años de prisión contra el ciudadano venezolano Randy Samuel Angarita Rojas (20), quien fue hallado culpable de los delitos de lesiones graves y exposición al peligro de persona dependiente, en agravio del menor de 2 años, con iniciales K.J.P.A.
La fiscal adjunta provincial, Selene Cienfuegos Calderón, recabó suficientes elementos de convicción para probar la comisión del delito por parte de Angarita Rojas como: un cd con las imágenes fílmicas de la intervención del niño, donde se puede apreciar la forma en la que se le encontró. Además, la declaración de la madre quien refiere que su pareja golpeó a su hijo; un informe médico del centro de salud “San José”, que concluye “paciente muestra signos evidentes de maltrato infantil”.
Asimismo, el reconocimiento médico practicado al menor, con los resultados de los exámenes complementarios que concluye que el pequeño presenta “lesiones traumáticas recientes de origen contuso con compromiso óseo, fractura de huesos de la nariz sin desplazamiento y lesiones traumáticas antiguas de origen contuso en tórax, con compromiso óseo”; las declaraciones de la administradora y recepcionista del hotel, quienes dieron cuenta de la presencia de un menor solo en la habitación; entre otros.
Sentencia
Ante las pruebas en su contra, el imputado aceptó su responsabilidad en los hecho; y se le sentenció a 12 años de pena efectiva de la libertad. Además, se le ordenó el pago de una reparación civil, a favor del menor, de 6 mil soles.
Cabe indicar que el ahora sentenciado se encuentra en el Penal de Piura, ex Río Seco, desde septiembre del año pasado, cuando le dictaron prisión preventiva por este hecho.
Sobre el caso
El 12 de septiembre del 2020, se reportó un caso que conmovió a toda la región. Un niño venezolano de tan solo 2 años fue víctima de maltrato por parte de su padrastro. El brutal ataque, dejó al menor con el rostro desfigurado. También presentaba quemaduras en su cuerpo, por lo que fue llevado al hospital Santa Rosa.
Luego de 13 días, el 25 de septiembre, el niño recibió el alta médica y abandonó el hospital, en compañía de los encargados de la UPE: Unidad de Protección Especial de Piura. Esta unidad tuvo la tarea de llevarlo a buen recaudo.