Tras la última derrota de nuestra selección, en un infartante partido que nos dejó fuera del Mundial Qatar 2022, miles de peruanos y peruanas alrededor del mundo se han sumido en sentimientos como el enojo, tristeza y frustración.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando son los más pequeños de la casa los que no saben cómo sobrellevar estas situaciones?
En el fútbol
El fútbol es considerado un deporte-juego que a su vez es una herramienta muy efectiva e importante en la vida de los seres humanos. Abarca todas las edades y etapas, ayuda en la socialización y en las funciones interpersonales.
Para Sandra Fuentes Chávez, psicóloga y docente de la Universidad César Vallejo (UCV), en el caso de los niños, esta actividad cumple un rol muy importante debido a que fortalece el área social.
“A través de la interacción con sus pares, desarrolla y fortalece la inteligencia, creatividad, entre otras funciones, lo cual ofrece una gama de respuestas ante posibles conflictos futuros que puedan presentarse”, mencionó la especialista.
A través del juego se puede enseñar. Por ello, la psicóloga enumeró algunos de los beneficios de esta metodología de enseñanza, no sin antes recordar que siempre será necesario el acompañamiento de los padres de familia o de algún adulto para poder orientarlos:
1. Trabajar normas
2. Trabajar límites
3. Esperar turnos
4. Tolerancia
5. Valores
6. Empatía.
El juego siempre va acompañado de la competencia, que también tiene ventajas y propósitos aunados a las acciones lúdicas. No obstante, antes de incentivarlos a competir, se deben resaltar las oportunidades que nos brinda el juego, poniendo como objetivo principal explorar su creatividad en cuanto a estrategias lúdicas, aprendiendo y, a la vez, divirtiéndose.
Las competencias no siempre se ganan
“Es necesario que se le explique al menor que los juegos y las competencias no solo están destinados a ganar, sino también a fortalecer algunas habilidades y capacidades. Es prioritario que los padres instruyan con el ejemplo recalcando que en toda competencia habrá una persona que tendrá la ventaja de haber ganado, otra persona que le costó ganar o un empate”, puntualizó.
Recordemos que si se le enseña al niño que solo debe ganar y que toda su vida tiene que ser el mejor en todo (lo cual podría motivar), no será capaz de desarrollar estrategias asertivas en cuanto a la resolución de conflictos. “Eso puede provocar que el menor busque solo obtener éxito, llegando a frustrarse o tener un manejo no asertivo de sus emociones.
Competencias académicas
Lo mismo podría suceder en competencias académicas, donde no necesariamente entra a tallar la acción lúdica, sino competir por ser el mejor de la clase, en los exámenes, luchando por ser una persona sobresaliente, lo cual no tendría nada de malo, siempre y cuando vaya acompañado de motivación y aliento”, acotó la Dra. Sandra Fuentes.
Finalmente, la especialista resaltó que cuando los niños sienten que han perdido o se sienten derrotados ante alguna competencia, ya sea lúdica o académica, es importante el acompañamiento de los padres, la familia e incluso sus maestros, brindando protección, pero también permitiéndoles buscar oportunidades de mejora, explicándoles que los resultados son temporales y pueden variar.
“Cuando el niño gana algo u obtiene un triunfo, la familia siempre lo acompaña, pero es importante hacer lo mismo cuando ha obtenido una pérdida o una derrota, alentándolos y animándolos a mejorar cada día, fortaleciendo sus capacidades y habilidades”, finalizó la especialista.