Tener una piel luminosa, libre de manchas y con aspecto saludable no depende necesariamente de tratamientos costosos. Según la médica estética María José Ubillos Minondo, mantener una piel bonita y cuidada está más relacionado con la constancia y los buenos hábitos que con el gasto económico. Con algunos cambios simples en la alimentación, el descanso y la protección solar, es posible lograr un rostro sano y radiante sin invertir grandes sumas de dinero.
Hábitos saludables para mantener una piel bonita
La especialista recomienda adoptar rutinas diarias que favorezcan la salud de la piel desde adentro. Una dieta rica en frutas y verduras, con presencia de antioxidantes y ácidos grasos omega 3, ayuda a mantener la elasticidad y luminosidad del rostro.
Evitar el consumo de alcohol y tabaco, realizar actividad física regularmente y dormir las horas necesarias son acciones que contribuyen al equilibrio cutáneo.
Además, reducir el nivel de estrés es fundamental, ya que su exceso puede acelerar el envejecimiento de la piel y favorecer la aparición de imperfecciones.
La importancia del protector solar diario
Uno de los productos esenciales en cualquier rutina facial es el fotoprotector solar, sin importar la estación del año. Ubillos resalta que su aplicación debe ser constante: “La durabilidad de la fotoprotección es de tres horas aproximadamente, la radiación puede traspasar las ventanas de la casa”, explica.
Por ello, el protector solar debe reaplicarse a lo largo del día para evitar daños provocados por los rayos UV, que pueden generar manchas, arrugas y lesiones cutáneas.
Mantener este hábito previene el envejecimiento prematuro y protege la salud de la piel a largo plazo.
Cuidados accesibles para una piel luminosa
No es necesario recurrir a tratamientos costosos para cuidar la piel. La clave está en mantener una rutina sencilla con limpieza diaria, hidratación adecuada y protección solar constante. Complementar estos cuidados con una buena alimentación, ejercicio y descanso suficiente puede marcar la diferencia en el aspecto y vitalidad del rostro.


