Radio Cutivalú informó que un grupo de pobladores de Canchaque (Huancabamba) marcharon por las principales calles de este distrito, para exigir que se investigue la extraña muerte de una joven madre de 22 años.
Se trata de Yuli Castillo Enrique, quien estaba casada con David García Cruz, un comerciante de ropa. Según José Castillo Enrique, hermano de la fallecida, la tarde del lunes 23 de noviembre, una vecina le llamó contándole que Yuli había llegado al centro de salud de Canchaque botando espuma por la boca.
Rápidamente, los familiares llegaron al establecimiento donde el personal de enfermería no pudo controlar la situación, por lo que fue derivada de emergencia al hospital de Chulucanas, donde llegó cadáver.
Según la versión del esposo, él había estado bebiendo licor con la joven fallecida y una amiga de esta, y de un momento a otro se puso mal. Por eso, tuvieron que llevarla al centro de salud de Canchaque.
Extraña muerte
Para José Castillo, esto resulta muy extraño porque un día antes de lo sucedido su hermana Yuli lo había llamado muy preocupada porque quería contarle un problema personal.
Esta muerte ha dejado muchas dudas en los familiares y amigos de Yuli Castillo, quienes salieron a marchar por las principales calles de Canchaque exigiendo justicia.
Una de las manifestantes es la hermana Bertha Facundo, amiga de la familia de Yuli, quien denuncia una serie de sospechas en esta muerte.
En declaraciones a Cutivalú, la religiosa cuestiona que no se haya hecho la necropsia de ley al cuerpo de la occisa, pese a las extrañas circunstancias de su muerte. A eso se suma que en anteriores ocasiones, Yuli Castillo ya había denunciado agresiones por parte de su esposo, David García Cruz.
Cabe indicar que por las redes sociales amigas de la víctima también exigen justicia y cuestionan que hasta el momento la Policía de la comisaría de Canchaque no haya informado sobre este lamentable hecho.
Hasta el cierre de esta nota, los familiares de Yuli Castillo se encontraban en los exteriores de Medicina Legal de la Fiscalía de Piura esperando los resultados de la necropsia de ley que no se había hecho desde el lunes que murió la joven, quien deja en la orfandad a dos menores de edad.