Al caer la tarde, la Av. Grau se arrulla de hermosas melodías que suenan al compás de un joven violinista, quien a pesar de sentir la indiferencia de la gente y el frio clina; no se queja en ningún momento. El amor por hacer sonar a su fiel compañero de cuatro cuerdas puede más.
La música es vida y vivir es felicidad. Benjamín Infante Núñez, tiene dieciséis años y su romance con la música empieza desde los 8. “Mi primer regalo fue un violín, toda mi familia se unió y me lo obsequió”, cuenta el joven músico.
Benjamín hace vibrar las cuerdas de su violín desde los concursos de su colegio y hace dos años, deleita a los piuranos con sus melodías en la avenida Grau. Las ganas de ayudar a su familia económicamente, lo motivaron a salir a la calle y desde ese entonces no ha parado de demostrar su talento a la gente.
Cada melodía que toca está inspirada en su abuelo Gustavo Fiestas Cherres. Además, es guitarrista de la banda de rock “Paranoia”. Él anhela aprender a cantar ópera, estudiar en la Escuela de Música Valle Riestra y llegar a ser un tenor como Juan Diego Flores.
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