Las personas que, llevadas por la depresión, planean suicidarse, suelen pronunciar algunas frases que son indicios de su pretensión y prácticamente un grito de auxilio, advirtió la médico psiquiatra María Isabel Vásquez en el Día Mundial de Prevención del Suicidio.

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“Ya no tengo salida”, “mejor sería que desapareciera”, “esto ya no tiene sentido”, “estaría mejor si me muero”, “quiero que todo esto acabe”, son algunas de las frases con las que un potencial suicida anuncia su decisión de poner fin a sus días.

Esas señales deben alertar a los familiares o a personas cercanas lo que está pasando por la mente del potencial suicida, para ayudarlo salvar su vida.

Es conveniente también poner atención a los cambios de conducta: tristeza, aislamiento y diligencia en dejar todo “arreglado”, es decir, comenzar a repartir sus pertenencias como si estuviera entregando pequeñas herencias.

También hay que poner atención si la persona compra objetos o sustancias con las que podría causarse daño, como armas, veneno o medicinas que no se le han prescrito.

“Una vez que el suicida ´arregla sus cosas´ entra a una etapa de paz y tranquilidad poco común que hace pensar que sus problemas se evaporaron, pero lo que sucede en realidad es que considera que ya tiene todo listo para partir”, explicó la especialista de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Loayza.

Primeros auxilios emocionales

La psiquiatra recomendó a las personas que rodean a un posible suicida que ayuden a salvar su vida aplicado los tres primeros auxilios emocionales.

“Lo primero que deben hacer es observar lo que hay en el ambiente, si hay cosas con las que pudiera hacerse daño como sustancias, objetos o pastillas”, señaló.

Un segundo paso es escuchar todo lo quiera decir y preguntarle qué ha pensado hacer. Si admite que quiere quitarse la vida, es necesario preguntarle cómo lo haría y cuándo para tener una idea de la firmeza de la idea suicida.

“El tercer paso es llevarlo a cualquier servicio de emergencia para recibir atención inmediata, aunque sea un hospital general donde no haya un psiquiatra de guardia”, afirmó.

La doctora Vásquez remarcó que -al amparo de la Ley de Emergencia- todo establecimiento de salud tiene la obligación de atender un posible suicidio “porque se trata de una emergencia”.

Lo que no debe decirse

Advirtió asimismo que a un potencial suicida nunca se le debe decir ciertas frases, como “esto solo es tristeza y pronto va a pasar”.

Esto porque generalmente su tristeza viene de mucho tiempo atrás y pasa por un estado depresivo, que implica  un proceso bioquímico.

“Levanta el ánimo, pon de tu parte”, puede llegar a ser una frase fatal porque la persona ya intentó mejorar las cosas y no logró nada.

“Todo está en la mente” tampoco es una frase aconsejable en estos casos, porque con eso se pretende hacer creer a la persona que con su voluntad se pueden arreglar las cosas, cuando en realidad depende también de la parte química del cuerpo.

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