El presidente del gremio de pescadores de San Lucas de Colán, César Pardo, expuso las dificultades que enfrenta su sector debido al oleaje anómalo de las últimas semanas y la presencia de embarcaciones que realizan pesca de arrastre en la zona. Estas problemáticas han generado pérdidas económicas y ponen en riesgo la sostenibilidad de la actividad pesquera artesanal.
Impacto del oleaje anómalo
Según las declaraciones de César Pardo en el programa «Paita pide la palabra», aunque los daños causados por el oleaje anómalo no han sido graves, sí afectaron a los pescadores de Colán. Algunas embarcaciones y redes se perdieron, lo que representó pérdidas materiales significativas. Además, los pescadores tuvieron que suspender sus actividades durante aproximadamente 15 días, lo que afectó directamente sus ingresos y estabilidad económica.
Declive de la pesca artesanal
El presidente del gremio señaló que este año la pesca ha disminuido considerablemente, incluso durante el verano, que suele ser la época más productiva. Según indicó, los pescadores artesanales apenas logran capturar lo suficiente para llenar una caja de pescado, una situación que contrasta con la abundancia de años anteriores.
La pesca artesanal en esta zona se realiza con redes de cortina, una técnica que permite capturar peces de manera selectiva y sostenible. Sin embargo, esta práctica enfrenta serias amenazas debido a la presencia de embarcaciones arrastreras que operan en zonas restringidas.
Advertencia
César Pardo alertó que embarcaciones arrastreras provenientes de Paita han invadido diversas zonas de Colán, incluyendo áreas restringidas dentro de las cinco millas marítimas. En algunos casos, estas naves han sido detectadas operando a menos de media milla marina, causando un grave impacto en especies como el langostino y otros recursos marinos.
A pesar de presentar pruebas y realizar denuncias ante Produce y la Capitanía de Puerto, el gremio asegura que no se han tomado medidas efectivas. Según Pardo, las autoridades llegan a la zona mucho tiempo después de las alertas, lo que permite a las embarcaciones ilegales continuar con sus actividades sin consecuencias.
Desde julio de 2024, las actividades de pesca de arrastre han causado una grave depredación de los recursos marinos en la zona. Ante esta situación, los pescadores han optado por patrullar la zona por su cuenta, aunque señalan que esta no es una solución sostenible.
César Pardo hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen acciones concretas contra las embarcaciones arrastreras y garanticen el cumplimiento de las leyes.
“Esperamos que puedan realizar alguna acción para solucionar esta problemática”, declaró.
La situación presentada refleja la necesidad de fortalecer la vigilancia marítima y garantizar la sostenibilidad de la pesca artesanal, una actividad vital para la economía y la seguridad alimentaria en la región.