Una adulta mayor de Malasia conmovió al mundo entero con su historia de amor hacia su nieto. Y es que la mujer de la tercera edad regresó a trabajar en las calles para poder alimentar a su pequeño nieto.

La mujer de 60 años decidió convertirse en una madre para su nieto, luego de que su hija y su pareja decidieran divorciarse y dejaran al bebé en total abandono.

Mumun contó que junto a su pequeño nieto viven en la calle, donde también trabaja todos los días bajo el sol como una ‘estatua viviente’. Ella se maquilla todo el cuerpo con una pintura plateada para sorprender a los transeúntes que cruzan por su esquina.

Cada vez que uno de los peatones le coloca una moneda, Mumun se mueve y comienza a cantar con una muy delicada voz hasta volverse a quedar inmóvil.

Gracias a sus extensas jornadas de trabajo, Mumun logra ganarse al día de 3 a 6 dólares, dinero que le sirve para poder alimentarse. Sin embargo, algunas veces no es suficiente y Mumun tiene que privarse de comer para poder alimentar a su nieto.

“Lo importante es comprar leche para Reihan y darle de comer sus comidas diarias”, contó Mumun, quien ya lleva por lo menos cuatro meses en esta difícil situación y que ha dañado considerablemente su salud.

Cabe mencionar que Mumun trabajaba como asistente de limpieza, pero perdió su trabajo debido a la pandemia del nuevo coronavirus, por lo que se vio obligada a trabajar.

Pese a lo complicado que es su día a día, la mujer de la tercera edad asegura que le hace muy feliz ver a su nieto saludable y bien alimentado.