«Yo siempre toqué la sensibilidad de las autoridades, pero parece que las autoridades no tienen la sensibilidad social para llegar al ciudadano», declara bajo una tenue luz Manuel Moscol Villegas, presidente de la Asociación de Comerciantes Minoristas del Mercado Anexo, ACOMIN.
Un siniestro incendio consumió casi en su totalidad las instalaciones del Mercado Anexo el 18 de diciembre del 2016 y dejó pérdidas millonarias a más de 200 comerciantes en plena campaña navideña.
Walac Noticias conversó con Manuel Moscol en su oscura oficina ya que al no tener el documento que certifique «Riesgo moderado» entregado por Defensa Civil, las instalaciones del mercado mencionado no pueden contar con servicio de luz.
Los puestos funcionan con grupos electrógenos, motores y luces artificiales. Cuando llegamos al mercado había un grupo de comerciantes asociados discutiendo el horario de cierre.
Los comerciantes proponían que se cierre la atención al público al promediar las 6:30 p.m. para evitar que hayan vendedores que, al no tener energía eléctrica, se vean en la necesidad de instalar conexiones clandestinas.
«Hemos aprendido la lección. (…) mis asociados están preocupados por el tema de la energía eléctrica. Ya están sensibilizados de no volver a pasar otra vez por lo mismo a pesar de que el incendio no fue por un tema eléctrico», declaró Moscol Villegas.
Volver a empezar
Luego de haber perdido 50 millones de soles en infraestructura y mercadería, los más de 250 comerciantes asociados al Mercado Anexo decidieron empezar de nuevo y mejorar el centro de abastos.
Ante toda esta situación, comprobamos un Mercado Anexo completamente ordenado, con pasillos amplios que permiten transitar de forma tranquila. La mercadería de los puestos no ocupa más espacio que el que le corresponde.
Actualmente el Mercado Anexo está reconstruido al 90% de lo que quedó completamente dañado. El techo (el cual tenía alto riesgo de derrumbe) ha sido sustituido por planchas de eternit.
Aún faltan cosas por hacer, asume Moscol. Pero él espera que con el pasar del tiempo conforme se recuperen económicamente todos los comerciantes que perdieron todo una vez, puedan continuar con el proyecto de modernización del Mercado Anexo y hacer de él un gran centro comercial.
Promesa municipal
El presidente de ACOMIN nos comenta sobre la promesa del alcalde Oscar Miranda, cediéndoles el Jirón Gonzalo Farfán de manera provisoria por 18 meses para que instalen sus puestos mientras rehabilitaban el mercado consumido.
Sin embargo, en el mes de febrero (a dos meses del siniestro), se les empezó a presionar para que se retiraran de la zona que fue cedida por la misma autoridad municipal.
Al llegar al mes de mayo, fueron retirados completamente y se vieron obligados a entrar a un Mercado Anexo con alto riesgo de derrumbe.
Este brusco cambio de locación les afectó la planificación de ejecutar el proyecto de modernización del Mercado Anexo.
«Yo veo aquí que nuestras autoridades no gobiernan para la ciudadanía de a pie, gobiernan para los grandes grupos«, manifestó Moscol.
Una vez desalojados de la vía pública, los asociados acordaron demoler el 70% del mercado. Priorizando las zonas con mayor riesgo de derrumbe.
Hostigamiento
«Se nos acosa, se nos amenaza con clausura, con multa, etc, etc.»
El comerciante indica que comprende que el personal fiscalizador esté en la obligación de hacer bien su trabajo y que no se oponen a ningún tipo de fiscalización.
«Nosotros nos oponemos al hostigamiento, a la amenaza (…) que si en 24 horas, 48 horas no haces esto te clausuramos el mercado… ¿dónde está la sensibilidad de las autoridades?»
Para Moscol, estas situaciones solo generan psicosis en los comerciantes asociados ya que relacionan esto con una supuesta ineficiencia de parte de la dirigencia.