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La nomofobia es entendida como el miedo a quedarse sin celular. Este transtorno es una ansiedad severa que sufre una persona cada vez que se queda sin celular, lo pierde o se acaba la batería. Para demostrar esto, un grupo de psicólogos surcoreanos realizaron un estudio a 1000 estudiantes, de los cuales descubrieron que el 25% son adictos a los celulares. 

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Si bien es cierto, el celular es un artefacto que en muchas ocasiones ha sido de gran utilidad, en muchos países se ha vuelto un problema.  Y es que actualmente hay una clara tendencia a registrar todo lo que hacemos en la vida real.  Así, es muy común ver personas tomando fotos a las comidas antes de comerlas o sacar selfies de cada actividad que se hace.

Adicción digital

Países como Singapur, que tiene una población de sólo 6 millones, tiene también una de las tasas más altas de penetración de telefonía celular. También tiene especialistas en adicción digital, una clínica de bienestar cibernético y una campaña para poder reconocer formalmente la adicción digital.

“Los jóvenes carecen del nivel de madurez necesario, lo cual dificulta que puedan manejar el uso de los teléfonos porque no tienen auto control”, afirma Chong Ee-Jay, gerente del Centro de Bienestar Cibernético Touch en Singapur.

Ansiedad por la falta de celular

Además, el estudio realizado en Corea del Sur encontró que las personas que utilizan sus teléfonos inteligentes para acceder a redes sociales tienen más probabilidades de volverse adictos.

Es valido preocuparse sobre la falta de nuestro celular cuando no lo hayamos, sin embargo, el peligro radica en que nuestra vida gire en torno a ese aparato electrónico. También es importante rescatar que las redes sociales no son la única forma de socializar y crear lazos con las personas.

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