Un grupo de vecinos del distrito de Castilla acudieron al simbólico «lavado de banderas» para expresar una vez más su rechazo a la sentencia de seis años de cárcel efectiva en contra de Violeta Ruesta.
«Violeta libertad» y «Violeta es inocente» fueron algunas de las frases que los simpatizantes de la exalcaldesa gritaban en el frontis de la Corte Superior de Justicia de Piura.
Pero no solo eso, las moradoras empezaron a lavar banderas del distrito y del país haciendo alusión a que la justicia debe ser «limpia».
«El fallo es injusto porque la obra se terminó sin observaciones y tampoco se ha podido demostrar que existe perjuicio económico», afirmó Edmundo Castillo, morador del sector Corpac.
«La señora Violeta es inocente», recalcó la dirigente del asentamiento Talarita, Carmen Barra.
Los castellanos exigieron otra vez que el juez Daniel Meza Hurtado y volvieron a comentar que el magistrado no es idóneo para juzgar a la otrora autoridad edil.