El ingeniero Roque Benavides, presidente del Directorio de la Compañía de Minas Buenaventura, anunció que el proyecto hídrico-minero El Algarrobo, ubicado en la comunidad de Locuto (Tambogrande), tendrá como eje central el abastecimiento de agua para la población y las actividades agrícolas, antes del aprovechamiento de los recursos mineros.
Durante una entrevista radial en Enlace Regional, Benavides explicó que la propuesta se enmarca en una iniciativa privada adjudicada por el Estado y que será desarrollada como una operación subterránea. Enfatizó que el modelo busca diferenciarse de experiencias pasadas en la zona, priorizando la generación de nuevas fuentes hídricas y el trabajo conjunto con las comunidades.
“Nuestro lema es agua primero, mina después. Generaremos fuentes hídricas para la agricultura, la ganadería y también para el desarrollo minero. Creemos firmemente en la hermandad del agua, porque tanto la agricultura como la minería dependen de este recurso y pueden convivir de manera complementaria”, señaló el empresario.

Experiencia en minería responsable
El presidente de Buenaventura recordó que la empresa tiene 72 años de experiencia en minería responsable, con proyectos que han contribuido a la construcción de reservorios de agua en regiones como Arequipa, Huancavelica, Lima y Cajamarca. Entre los ejemplos más destacados, mencionó la planta de tratamiento de aguas residuales de Arequipa, gestionada por la mina Cerro Verde, que permite reutilizar el recurso para fines productivos y agrícolas.
Asimismo, Benavides resaltó que el proyecto en Tambogrande contempla la integración de la comunidad local en su desarrollo, con la generación de empleo y la contratación de al menos el 70 % del personal de la zona. También subrayó la importancia de la formación técnica y universitaria, en alianza con instituciones como Senati, Setemin y universidades de Piura.
En relación a las críticas difundidas en redes sociales sobre la supuesta incompatibilidad entre minería y agricultura, el ejecutivo sostuvo que existen experiencias exitosas en países como Canadá, Australia, Chile y el propio Perú.
“Cada proyecto minero genera empleo, recursos hídricos y canon minero. No venimos a imponer, sino a dialogar y contribuir con el desarrollo de Piura y de todo el norte del país”, puntualizó.
Finalmente, Benavides hizo un llamado a la responsabilidad social compartida entre empresa, Estado y comunidad, subrayando que la ejecución de este tipo de proyectos demanda inversión y visión de largo plazo.
“Probablemente pasen diez años antes de producir un gramo de mineral, pero desde ahora estamos invirtiendo en soluciones hídricas y en el futuro de la región”, manifestó.
Respaldo de la comunidad
Durante el conversatorio “Proyecto El Algarrobo: una oportunidad de desarrollo”, organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura y encabezado por Roque Benavides, los pobladores de Locuto manifestaron su apoyo y la necesidad de que se realice esta iniciativa.



José Córdoba Huertas, presidente de una asociación de ganaderos, subrayó la urgencia de contar con agua.
“Sin agua no hay vida. La necesitamos para la agricultura, la ganadería y el consumo diario. Este proyecto nos ofrece la posibilidad de asegurar ese recurso que tanto nos falta”, indicó.
Además, resaltó que la minería puede convivir con la agricultura, como lo ha observado en otras regiones.
Por su parte, Donatilo Nima Córdoba, dirigente de la comunidad campesina Apóstol Juan Bautista de Locuto, destacó que la obra beneficiará a toda la población.
“El agua es salud y desarrollo. Hoy sembramos solo cuando llueve, pero con este proyecto podremos producir de manera permanente. No se trata solo de nosotros, sino de nuestros hijos y de las futuras generaciones que podrán crecer con mejores oportunidades”, señaló.
Finalmente, Alexander Raimundo Crisanto, presidente de CODELO en el caserío El Carmen, destacó que el proyecto responde a una necesidad histórica.
“Nuestras autoridades nunca han atendido la falta de agua. Por eso, El Algarrobo es bienvenido: asegurará el abastecimiento para la población y marcará el inicio de un verdadero desarrollo en la zona”, afirmó.
Una visión de futuro para Locuto
Con la puesta en marcha del Proyecto El Algarrobo, la comunidad de Locuto espera contar con agua segura y permanente, condición indispensable para el fortalecimiento de la agricultura y el bienestar familiar. Para sus habitantes, esta iniciativa representa más que una operación minera: es una posibilidad concreta de transformar su realidad y abrir un horizonte de progreso sostenible para las próximas generaciones.