La Compañía de Minas Buenaventura presentó en Piura los alcances del proyecto “El Algarrobo”, una iniciativa minera que, a diferencia de experiencias pasadas como el proyecto Manhattan, se desarrollará en la margen izquierda del río y no contempla el traslado de población ni el uso de un tajo abierto. Según explicó el director de la empresa, Raúl Benavides, se trata de una operación subterránea de bajo impacto ambiental, cuya planta de procesamiento se ubicaría a 11 kilómetros al sur de Tambogrande, en una zona alejada de las áreas pobladas agrícolas.
El ejecutivo explicó que la propuesta contempla, en primer lugar, la generación de agua subterránea que, tras un proceso de tratamiento, sería destinada al abastecimiento de Locuto y a los agricultores de la margen izquierda del río Piura. Asimismo, adelantó que Buenaventura proyecta ejecutar un plan de encauzamiento del río para mitigar los riesgos de inundación en Tambogrande, iniciativa que se desarrollaría a través del mecanismo de Obras por Impuestos.
Etapas del proyecto
El plan de trabajo contempla tres etapas. En la primera, que se desarrollará durante los próximos tres años, se realizarán los estudios de fuentes de agua y se deberá alcanzar un acuerdo social con la comunidad. La segunda etapa, que se extenderá 5 años, comprenderá la construcción del proyecto hídrico comprometido y la ejecución de las exploraciones. Finalmente, en la tercera etapa se gestionarán los permisos necesarios para la construcción y operación de la mina, que alcanzaría una profundidad mínima de 150 metros.
Durante su exposición en el desayuno empresarial organizado por la Cámara de Comercio y Producción de Piura, Benavides advirtió también sobre los riesgos de la minería ilegal en el contexto electoral. De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), este sector mueve más de US$ 11 mil millones anuales en exportaciones de oro ilegal, lo que podría superar a las ventas de la minería formal en el corto plazo.
“Estamos hablando de cifras probablemente no bancarizadas que podrían terminar financiando campañas políticas con intereses oscuros”, alertó el directivo, al tiempo que denunció las condiciones infrahumanas y el grave impacto ambiental generado por esta actividad informal.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Piura, Mateo Gómez, resaltó que proyectos como “El Algarrobo” pueden dinamizar la economía regional al generar entre tres y ocho empleos indirectos por cada puesto formal, gracias a la cadena de valor que incluye proveedores, transporte, hotelería y servicios conexos. Sin embargo, advirtió que, pese al crecimiento agroexportador, Piura aún necesita inversiones sostenidas para reducir la pobreza de manera significativa.