Piura ocupa el puesto 16 entre las 25 regiones del Perú, según el Índice de Competitividad Regional (INCORE) 2025, presentado el 8 de julio. Esta posición, que repite el resultado del año anterior, representa el nivel más bajo de la región en la última década. El economista Raúl Luna, exdecano del Colegio de Economistas de Piura, explica los factores detrás de este estancamiento y cómo impactan en la calidad de vida de los piuranos.
Competitividad regional: pilares que miden el desarrollo
El INCORE evalúa el desempeño de cada región a través de seis pilares clave y 42 indicadores. Estos pilares son: entorno económico, laboral, infraestructura, salud, educación e instituciones.
“Es importante comprender que la competitividad regional es el conjunto de capacidades que tiene una región para utilizar eficientemente sus recursos y así incrementar su productividad y el bienestar de la población”, señala Luna.
En el caso de Piura, el informe destaca una ligera mejora en los pilares de salud e instituciones, pero señala retrocesos en aspectos como acceso a servicios básicos, educación, empleo y entorno económico. Uno de los factores más críticos es el limitado acceso al crédito: solo el 29,7 % de la población adulta puede acceder al sistema financiero formal.
“El crédito es una herramienta clave para impulsar negocios y dinamizar la economía local. Pero al no tener acceso, las personas no pueden invertir ni generar más ingresos, lo que limita el crecimiento económico”, indica Luna.

Pobreza, informalidad y brecha de género en Piura
El especialista también señaló que Piura ocupa el octavo lugar en el ranking de pobreza a nivel nacional, a pesar de contar con recursos como gas, pesca, minería y agricultura. “Una región con ese potencial no debería estar en esa posición”, afirmó.
El nivel de informalidad laboral también influye directamente en la falta de acceso al crédito. Alrededor del 70 % de la población piurana trabaja de manera informal, sin boletas de pago ni beneficios sociales, lo que impide cumplir los requisitos para obtener financiamiento.
A esto se suma la brecha salarial entre hombres y mujeres. En Piura, casi un tercio de los trabajadores gana menos del sueldo mínimo y las mujeres ganan un 37 % menos que los hombres. “La educación de las niñas suele verse interrumpida en las zonas rurales, lo que más adelante se traduce en desigualdad en el mercado laboral”, explicó.
Obras inconclusas y falta de acceso a servicios básicos
El economista también se refirió a la falta de acceso a servicios como agua y saneamiento. Según Infoobras, en Piura hay al menos 43 obras abandonadas. Una de ellas es el proyecto de agua y desagüe en Parachique – La Islilla, valorizado en 63 millones de soles, detenido desde 2020.
“La ausencia de servicios básicos eleva los gastos en salud y reduce las condiciones de vida. Además, aleja la inversión privada por la falta de infraestructura”, añadió Luna.
Sectores con potencial para generar empleo
Aunque la minería es uno de los sectores que ofrece empleo formal y de mayor remuneración, Luna considera que el comercio, el turismo y las exportaciones también pueden dinamizar la economía local. Para ello, es necesario fomentar la capacitación y la especialización técnica.
Asimismo, el economista resaltó el papel de los emprendimientos como alternativa frente al desempleo: “Durante la pandemia, muchas personas crearon negocios que les permitieron generar ingresos. Es importante mantener ese impulso emprendedor”.