Un grupo de visitantes de la Universidad de Piura (UDEP) llegó de manera imprevista hasta la residencia de verano del Papa León XIV en Castel Gandolfo, con la intención de pedir su bendición y expresar sus deseos de paz para el país. Aunque el Pontífice no pudo recibirlos personalmente, envió a su secretario, de origen chiclayano, para saludarlos en su nombre.
Filigrana de Catacaos y chifles: presentes del norte peruano para el Papa
Durante el breve encuentro, los visitantes entregaron al representante del Papa una serie de obsequios simbólicos que reflejan la riqueza cultural y espiritual del norte del Perú. Uno de los regalos que más llamó la atención fue una pieza de filigrana de Catacaos, elaborada con notable detalle y precisión artesanal, que representa una imagen de la Virgen con la silueta del mapa del Perú. Esta obra, hecha con la técnica tradicional de la Heroica Villa, fue recibida con sorpresa y aprecio por el secretario pontificio.
Además, como muestra de identidad regional, los visitantes ofrecieron pequeñas bolsitas de chifles, uno de los productos más característicos de la gastronomía piurana. Estos detalles fueron entregados como gesto de afecto y reconocimiento hacia el Papa León XIV y su misión pastoral.
El Papa León XIV saluda desde el balcón de Castel Gandolfo
Pese a que Castel Gandolfo es un espacio destinado al retiro y descanso del Papa, la presencia de los visitantes piuranos no pasó desapercibida. Luego de la entrega de los obsequios y el breve diálogo con su secretario, el Pontífice salió al balcón de la residencia y, con una amplia sonrisa, saludó a los presentes con un gesto de la mano.
Este gesto fue recibido con entusiasmo por los asistentes, quienes manifestaron su alegría y esperanza en el pontificado de León XIV, así como su deseo de que continúe llevando un mensaje de fe y paz a todo el mundo.