La próstata cumple un papel importante en la vitalidad de los espermatozoides. Con el paso del tiempo, esta glándula puede presentar afecciones tanto benignas como malignas, las cuales deben ser atendidas oportunamente para evitar complicaciones severas.
En el programa “Médico en Casa”, el doctor Nelson Carrasco Castillo, especialista en urología, abordó los problemas más frecuentes relacionados con la próstata, una glándula esencial en el aparato reproductor masculino. Durante su intervención, el médico explicó la importancia del control urológico, las enfermedades más comunes, los síntomas que presentan y los métodos de detección.
Enfermedades frecuentes de la próstata y sus principales síntomas
El doctor Carrasco explicó que la hiperplasia prostática benigna (HPB) y el cáncer de próstata son las condiciones más comunes que afectan a los hombres, especialmente a partir de los 45 o 50 años. También se pueden presentar cuadros inflamatorios, como la prostatitis, desde la pubertad.
Entre los síntomas más frecuentes que podrían alertar sobre un problema prostático destacan:
- Aumento en la frecuencia urinaria, tanto de día como de noche.
- Flujo de orina débil, corto o dividido.
- Dolor o ardor al orinar.
- Goteo postmiccional.
- Sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
- Presencia de sangre en la orina (hematuria).
- Urgencia urinaria, incluso llegando a perder el control.
“Cuando el patrón de orina cambia, es una señal de alerta. Por ejemplo, si antes no se levantaba en la noche a orinar y ahora lo hace dos o más veces, eso ya es un indicio de que algo puede estar ocurriendo”, precisó el urólogo.
Factores de riesgo , diagnóstico y recomendaciones para la salud prostática
Durante la entrevista, el especialista enfatizó que el control urológico anual debe comenzar a partir de los 50 años. Sin embargo, en hombres con antecedentes familiares directos (padre o tío con cáncer de próstata), el seguimiento debe iniciarse desde los 45 años y cada seis meses.
Los exámenes iniciales recomendados incluyen:
- Tacto rectal: permite evaluar la zona periférica de la próstata, donde se desarrolla el 80% de los cánceres prostáticos.
- Antígeno prostático específico (PSA): análisis de sangre que detecta alteraciones prostáticas.
- Ecografía prostática: ayuda a complementar el diagnóstico clínico.
Además, el Dr. Carrasco aclaró que quienes se han sometido a cirugías por patologías benignas de próstata deben continuar con sus chequeos anuales, ya que la zona que permanece puede desarrollar cáncer.
Respecto a los factores modificables, el médico destacó la importancia de:
- Mantener una dieta balanceada, evitando el consumo de alimentos ultraprocesados y picantes.
- Evitar el alcohol y el tabaco.
- Combatir el sedentarismo.
- Controlar el sobrepeso.
- Tener una vida sexual activa y estable, lo cual ayuda a reducir la congestión prostática.
Complicaciones posibles y mitos sobre enfermedades prostáticas
No tratar a tiempo las enfermedades prostáticas puede desencadenar complicaciones como infecciones urinarias recurrentes, cálculos en la vejiga, infecciones testiculares o incluso insuficiencia renal por retención urinaria. En algunos casos, los pacientes pueden requerir el uso de sondas o tratamiento quirúrgico.
Sobre la relación entre la próstata y otras enfermedades, el especialista aclaró:
- Las infecciones urinarias no están directamente relacionadas con el desarrollo de cáncer de próstata.
- Las enfermedades cardíacas no generan afectaciones prostáticas, aunque algunos medicamentos podrían tener efectos secundarios.
- No es posible transmitir enfermedades prostáticas no infecciosas a la pareja.
En cuanto a la disfunción eréctil, el doctor indicó que esta puede presentarse como efecto secundario de tratamientos quirúrgicos avanzados para el cáncer de próstata. Sin embargo, en casos tempranos, se busca preservar la función sexual mediante técnicas modernas o fármacos especializados.