Rosa Lidia Castro Ventura, enfermera pediátrica de 38 años, falleció el jueves 17 de abril tras permanecer casi un mes en coma. El deceso ocurrió luego de que recibiera un suero fisiológico contaminado, elaborado por el laboratorio Medifarma, durante una operación programada en la clínica Sanna de San Borja el pasado 20 de marzo.
Castro Ventura se convirtió en la sexta víctima mortal relacionada con la aplicación de este insumo, el cual había sido observado por el Ministerio de Salud. Su familia denunció públicamente lo ocurrido y exigió justicia.
“Queremos justicia para mi hermana. Ha sido una pesadilla todo esto. Un mes ha luchado”, expresó su hermana Karla Castro a través del Rotafono de RPP.
El caso de Rosa se suma al de otros pacientes fallecidos en clínicas privadas, como Elva Ramírez, Daniela Quispe, Kayla Iparraguirre y Santiago Yan Lam, todos vinculados al mismo producto contaminado. Además, otros afectados permanecen con secuelas neurológicas graves.
Las investigaciones señalan como origen del problema a errores en la planta de producción del laboratorio Medifarma. Sin embargo, también se han cuestionado las deficiencias en los protocolos de control de calidad en los establecimientos de salud, que no evitaron que el suero defectuoso fuera administrado a pacientes en estado vulnerable.
“Que esto sirva para que algo cambie en este país”, manifestó un familiar de Rosa durante el anuncio de su fallecimiento. La tragedia ha generado conmoción a nivel nacional y ha reavivado el debate sobre la seguridad en el sistema de salud peruano.