El contralor general César Aguilar Surichaqui solicitó ante la Comisión de Presupuesto del Congreso un presupuesto adicional de S/ 611.5 millones para el próximo año. Este monto permitirá mejorar las funciones de la Contraloría General de la República y asegurar la continuidad de los 3632 auditores en los 691 Órganos de Control Institucional (OCI).
Durante su intervención, Aguilar destacó que la Contraloría necesita más de S/ 1,500 millones para el 2025, pero advirtió una reducción del 17.1% en el presupuesto asignado comparado con el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) de 2024. Esta disminución afectaría significativamente la labor de la entidad.
El PIA 2025 de la Contraloría está fijado en S/ 966.8 millones, lo que implica una reducción del 42.1% respecto al Presupuesto Institucional Modificado (PIM) de este año.
Impacto en el control de obras públicas
Aguilar también subrayó que el porcentaje destinado al control concurrente en las obras públicas se redujo del 2% al 0.5%. Esto afecta los recursos necesarios para cubrir los salarios de los auditores incorporados. El contralor advirtió que esta situación coloca a la Contraloría en una posición crítica.
Además, el contralor indicó que se necesita un monto adicional de S/ 1,305 millones para implementar la Ley de Carrera del Auditor Gubernamental. Aguilar destacó que la ley fue aprobada sin prever los costos presupuestales necesarios para su correcta implementación.
Medidas para optimizar la Contraloría
Entre las acciones que se tomarán, Aguilar mencionó la reeducación del personal auditor, el rediseño de normativas internas y la mejora de equipos. También señaló que las visitas a las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque revelaron una falta de insumos básicos, lo que afecta la operatividad de las gerencias regionales de control.
El contralor anunció la implementación del control preventivo, una herramienta que acompañará la ejecución del presupuesto público y propondrá mejoras antes de que se presenten problemas mayores. Esta medida busca transformar la percepción de la Contraloría, haciéndola más colaborativa sin dejar de lado el control concurrente.