El Gobierno Regional de Piura aprobó una importante Ordenanza Regional que declara de interés regional el reconocimiento del corredor de conservación Andes del Norte, un esfuerzo que conectará los páramos y bosques montanos de Piura, fundamentales para la protección de los ecosistemas y el abastecimiento de agua en la región.
Áreas estratégicas de conservación
El corredor de conservación abarca 175,541 hectáreas en las provincias de Ayabaca y Huancabamba. Además, se incluyen diversas comunidades como Samanga, Tapal, Predios Ambulco, y San Juan de Cachiaco. El consejero regional de Ayabaca, Milker Castro, quien preside la comisión de medio ambiente, destacó la relevancia de esta ordenanza como un modelo de conectividad ecológica, pues permitirá proteger los valiosos ecosistemas que proveen recursos hídricos esenciales a la región de Piura.
Compromiso con las comunidades y la biodiversidad
El proyecto involucra directamente a las comunidades campesinas. Estas juegan un papel clave en la promoción del cuidado del ecosistema. La bióloga Katty Carrillo, de la organización Naturaleza y Cultura Internacional, subrayó el compromiso de estas comunidades en la conservación y en el fortalecimiento de capacidades para hacer frente a las amenazas ambientales. Carrillo también destacó que estos esfuerzos asegurarán un ecosistema de calidad a largo plazo.
Asimismo, la consejera regional de Morropón, Karina Morales Andrade, resaltó que trabajar junto a las comunidades garantiza la sostenibilidad de los procesos en el desarrollo de los ecosistemas. Ello permite una preservación efectiva de la biodiversidad.
Hogar de especies emblemáticas
Los ecosistemas protegidos por este corredor son hogar de especies emblemáticas como el Tapir Andino (Tapirus pinchaque) y el Oso de Anteojos (Tremarctos ornatus). Además de albergar una gran diversidad de aves únicas en la región. Este refugio natural se convierte en un importante santuario para la vida silvestre.
El Ingeniero Raúl Cevallos, director del Sistema Regional de Piura, destacó la función crítica que desempeñan los páramos y bosques montanos en el abastecimiento de agua para las cuencas de los ríos Chira y Chamaya. Como se sabe, de estas dependen tanto las comunidades locales como las actividades agrícolas. Cevallos mencionó que este corredor beneficiará a 47,492 agricultores y cubrirá una superficie de riego de más de 76,000 hectáreas, asegurando agua para el Proyecto Alto Piura y contribuyendo a la reactivación de 30,000 hectáreas en Morropón y Huancabamba.
Un esfuerzo birregional
Aunque la ordenanza regional de Piura protege las áreas locales, la conectividad se extiende hacia Cajamarca, abarcando un total de 729,000 hectáreas entre ambos departamentos. Esta zona integra diversas Áreas de Conservación Privada, Áreas de Conservación Ambiental, el Santuario Nacional Tabaconas Namballe, y otras zonas protegidas, asegurando la conservación de la biodiversidad y la provisión de servicios ecosistémicos cruciales para la población.
Conexión transfronteriza para la conservación
El corredor también se conecta con los bosques montanos y páramos del sur de Ecuador, formando parte del Corredor Sangay – Podocarpus. Esta área transfronteriza abarca más de 2 millones de hectáreas y facilita el desplazamiento de especies y refuerza los compromisos de conservación entre ambos países, protegiendo las fuentes de agua que benefician tanto a Perú como a Ecuador.