Según Cristal Timaná, delegado de los damnificados del campamento San Pablo, la concentración de los damnificados en centros de refugio y su organización dentro del campamento, facilita la distribución de la ayuda. Actualmente, dichos centros albergan a 3,500 personas procedentes del caserío Pedregal.
Timaná indicó que en este campamento se han organizado por grupos que manejan cerca de 200 personas, hecho que ha permitido darles a las familias carpas, mosquiteros, tachos para agua en cada carpa y garantizar la distribución de los alimentos que llegan.
“Por ahora estamos recibiendo alimentos preparados que traen las personas, necesitamos preparar desayuno, almuerzo y cena, porque las personas de bien no van a traer siempre los alimentos”, declaró el delegado.
Precisó que conforme pasan los días, más damnificados están llegando hasta este campamento, para quienes hacen falta 115 carpas. “Son algunos tercos que quisieron quedarse y otros que ven que acá hay una mejor organización”.
En el refugio San Pablo se encuentran principalmente damnificados del caserío de El Pedregal, que ha sufrido dos inundaciones del río Piura y todavía se encuentra en peligro. Además, buena parte de esos damnificados quieren ser reubicados porque sus viviendas sufren de inundaciones frecuentes.