237 casos de bullying o acoso escolar se han registrado desde el inicio del 2024, a nivel nacional. La cifra dada por el Sistema Especializado en Reporte de Casos sobre Violencia Escolar (Siseve) del Ministerio de Educación (Minedu), demostró que la mayoría de estos casos ocurren en la secundaria.
El director del Instituto Gestalt de Lima (IGL), Manuel Saravia Oliver, indicó que este problema tiene efectos significativos a corto, mediano y largo plazo en la vida de los niños, niñas y adolescentes, ya sea como agresores, víctimas u observadores.
La violencia de este tipo afecta negativamente a las víctimas al disminuir su autoestima y confianza. Esto, en ciertos casos, puede resultar en estados frecuentes de ansiedad, depresión, autoagresión e incluso llevar a atentar contra su vida.
Casos desde el 2013
En total, el portal Siseve registró más de 70 mil casos desde su creación en el 2013. De estos, 41 mil 400 corresponden a reportes de violencia entre estudiantes. Mientras que 31 mil 314 de personal de la escuela hacia los alumnos.
Con respecto a la prevención del bullying, el Ministerio Público señala que este puede manifestarse a través de acoso físico o verbal de forma continua hacia una víctima. Principalmente sucede en colegios, pero también en otros entornos como la universidad y el trabajo.
Saravia Oliver explicó que los niños y adolescentes son seres sociales que dependen del juicio de los demás. Por ello, cuando se sienten acosados o ridiculizados, pueden generar sentimientos que lleven a la depresión y pensamientos malos.
Por lo tanto, es crucial que los padres fomenten espacios de diálogo en el hogar y practiquen la escucha activa para dar confianza a sus hijos y detectar tempranamente situaciones de violencia. El especialista advirtió que entre las primeras señales que los padres deben observar están:
- Irritabilidad
- Frustración
- Falta de deseo de ir al colegio
- Tristeza acumulada
- Falta de higiene personal
- Cambios en los hábitos de sueño y alimentación