El escudo facial es la máxima y completa protección del rostro ya que cubre desde la frente hasta el mentón a fin de prevenir contagios contra el COVID-19. Complementa y no reemplaza el uso de la mascarilla, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
En esa línea, el Gobierno, mediante decreto supremo 076-2021-PCM, dispuso el uso obligatorio, desde el 19 de abril, del protector facial para el ingreso a mercados, supermercados, centros comerciales y tiendas por departamento, además de la mascarilla.
“Este accesorio ha sido diseñado para lograr un buen ajuste facial y una barrera física muy eficiente de las partículas en el aire, incluidos los aerosoles y las gotas pequeñas”, sostuvo el especialista del Minsa, Mario Izquierdo.
Asimismo manifestó que el escudo facial o careta está recomendado para el personal de salud y personas que cuidan o están en contacto con pacientes confirmados o sospechosos de la enfermedad. Además, para el personal administrativo en los centros de atención médica y de vigilancia, público general que se expone a aglomeraciones, viaja en transporte público o visita centros comerciales y mercados, entre otros.
“Antes de usarlo es importante revisar su integridad y colocárselo después de la mascarilla, así como del lavado de manos con agua y jabón”, precisó.
Además, agregó que debe colocarse la careta frente al rostro tratando que no queden espacios abiertos en la fijación a nivel de la frente, a fin de que esté firme y no se desplace.
“Otro detalle es que, al retirárselo, la persona debe levantarlo y llevarlo hacia atrás. Además, debe mantener los ojos cerrados para evitar salpicaduras de cualquier secreción presente en la pantalla”, explicó.
Limpieza
En cuanto a la limpieza, Izquierdo sostuvo que el protector facial se puede poner en un recipiente con agua y jabón, detergente o solución de hipoclorito (lejía) o limpieza con alcohol. Posteriormente a ello, secarlo con papel toalla.
Uso de mascarilla
El uso rutinario de las mascarillas es una medida importante que se suma a la estrategia integral para suprimir la transmisión de enfermedades infecciosas, como el covid-19.
Izquierdo afirmó que si bien se destaca su uso, por sí sola no basta para proporcionar una protección adecuada contra la enfermedad, debe combinarse con otras medidas higiénico-sanitarias.
“La mascarilla hoy es parte normal de la indumentaria que las personas deben usar en su vida diaria. Es una condición de protección para la interacción con otras personas, buscando que su uso sea lo más eficaz posible. Es esencial que su utilización, guardado, limpieza y eliminación sea de manera correcta”, concluyó.