- Ser creyente: en varios estados de EE.UU. se prohíbe ser agnóstico, y uno de los requisitos para ocupar cargos públicos es ser creyente. En Texas, por ejemplo, se les exige a los aspirantes a funcionarios públicos reconocer la existencia de un ser supremo.
- Los adhesivos electorales. Juegan un papel psicológico, pues algunos expertos sugieren que estas pegatinas animan a otros estadounidenses a ir a votar. Muchos estados y condados diseñan sus propias pegatinas electorales.
- En la mayoría de los estados, el tiempo máximo que un ciudadano puede estar en la cabina de votación es de 3 minutos. Algunos otros estados dan 4 minutos al elector. Pasado uno u otro tiempo, uno de los encargados de la mesa electoral abandona su asiento y se acerca a preguntar al elector si necesita ayuda. De ser el caso, sólo se les dará 5 minutos más. Sino, otro minuto más, porque luego entraría a escena la seguridad del local de votación.
- Así de simple: si eres “idiota”, no votas. En Kentucky se prohíbe que los “idiotas y personas locas” voten. Un juez determinó que las personas que cumplan con esas características no pueden acudir a votar. «Ningún idiota o persona loca tendrá derecho a los privilegios de un elector», reza el artículo 5 de la Constitución de Ohio. En Misisipi funciona igual, como explica la secretaria de comunicaciones del estado.
- Se puede cambiar el voto. Sí: se puede volver a votar. Resulta que en EE.UU. se puede votar antes del día central de elecciones, lo que hace que en muchos estados las leyes dicten que un elector pueda volver a emitir su voto, si éste lo desea corregir, sólo hasta el día central de votaciones. Estas leyes de emisiones anticipadas de votos han estado en la mira de las actuales campañas políticas, por la flexibilidad que tienen de cambiar la Historia de los EE.UU., como se comprenderá. Minnesota, Pennsylvania, Nueva York, Connnecticut y Misisipi están entre los estados que permiten volver a votar.
- La estrategia de los perritos electorales. Hay grupos políticos que pretenden atraer la atención de los más jóvenes, llevando a los lugares de votación a muchos cachorros adornados con motivos electorales.
- Si eres candidato a un cargo público se te prohíbe pelear con otra persona. En Tennessee, retar a alguien a un duelo es motivo de no poder optar por alguna candidatura estatal de dicha localidad, aunque suene un poco medieval.
- Los astronautas votan a través de correo electrónico. “En 1997, los legisladores de Texas aprobaron un proyecto de ley, firmado por el entonces gobernador George W. Bush, que daba luz verde a creación de un mecanismo técnico para que los astronautas votaran desde el espacio”, según la BBC. “La boleta la envía por satélite el Centro de Control de Misiones del Centro Espacial Johnson de la NASA y una vez completada, la recibe por la misma vía y la remite por correo a la Oficina de la Secretaría del Condado”. Por ejemplo, la astronauta Kate Rubins ya votó desde el espacio, sin embargo, ella está en la Tierra desde el 30 de octubre.
- Cada nuevo presidente escoge el libro ante el que va a juramentar su cargo. Por ejemplo, Barack Obama juró por su cargo ante una biblia de Abraham Lincoln. La tradición la inició George Washington, cuando llevó a su ceremonia de juramentación su biblia masónica.