Los piojos pueden aparecer a lo largo de todo el año, aunque los brotes suelen ser más frecuentes al inicio del año escolar.
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Un estudio sobre Pediculosis de la cabeza se señala que son más frecuentes los tratamientos mal hechos o las reinfestaciones que las resistencias a los pediculicidas”.
Te vamos a dar 5 sencillos consejos para evitar los piojos desde el primer día de colegio.
1. Vigila su cabeza
La mejor forma de prevenir el contagio es vigilar diariamente la cabeza de nuestro hijo. Sobre todo cuando nos informen de que hay algún brote de piojos en el colegio. Tenemos que inspeccionar con detenimiento su cabello usando una lendrera con buena luz o incluso con una lupa de aumento. Podemos aplicarles repelentes naturales como la esencia del árbol del té aunque no hay ninguna evidencia científica sobre su eficacia y no se debe aplicar a menores de 3 años.
2. Presta atención cuando les pica la cabeza
Cuando nuestro hijo se rasca continuamente la cabeza, posiblemente tenga piojos. Puede ser también una dermatitis en el cuero cabelludo pero tenemos que revisar su cabeza para ver de qué se trata. Al rascarse los niños se pueden producir irritación en el cuero cabelludo e incluso pequeñas heriditas.
3. Aplica un tratamiento
Si hay una infestación masiva hay que eliminarla rápidamente. Tenemos que elegir uno de los tratamientos que hay en el mercado y aplicarlo con cuidado. Normalmente consiste en una loción que tiene que aplicarse durante 15 minutos (aproximadamente) con un gorro de plástico. Luego tenemos que aplicar un champú especial, se aclara con agua y se utiliza una lendrera para quitar los piojos muertos y las liendres. Nunca se debe secar el pelo con secador sino al aire libre.
4. Desinfecta todo
Si hemos encontrado piojos en la cabeza de nuestros hijos, lo mejor es lavar a una temperatura superior a 60 grados todo aquello que haya estado en contacto con su pelo. Por ejemplo almohadas, cojines, gorras o toallas. Los peines, cepillos, diademas o pasadores deben también ser desinfectados en agua hirviendo.
5. Repetir el tratamiento
Normalmente a la semana de haber aplicado el tratamiento hay que repetirlo según las instrucciones del mismo. La razón suele ser que se puede haber quedado alguna liendre que puede volver a repetir la infestación.
También, como ocurre con los mosquitos, hay niños que tienen más predisposición a tener piojos por su composición sanguínea.
Las piscinas suelen ser también un foco de contagio ya que estos insectos sobreviven en el agua. Seguro que siguiendo estos sencillos consejos, nuestros hijos estarán a salvo desde el primer día de clase.
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